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86 FELIPE F. RAMOS Creemos que Dios Padre tiene rostro de mujer curtida de esperanza. Creemos en el Dios transnacional exportador de la revolución evangélica que creó a Centroamérica sin fronteras. Creemos en Jesucristo, su Hijo, estratega de liberación, atrincherado a la izquierda del Padre, guerrillero subversivo sembrador de bombas de justicia que socavan el trono de los poderosos en el corazón mismo del Imperio. Creemos en el Espíritu Santo, aire nuevo que baja de la montaña. Fuerza que aúna la esperanza de los Pueblos. Siempre en la lucha. Fiesta que ilumina la noche oscura desde el campamento. Luz que pone al descubierto al oligarca, al torturador, a los contructores de la injusticia. Solidaridad que anima la Iglesia de los Pobres. Creemos en la Iglesia-tierra de Vicente Menché, mártir del Quiché de Gua temala. En la Iglesia-profecía de san Romero, Pastor y Mártir de El Salvador y de América. En la Iglesia-campesina de los mártires de Olancho en Honduras. En la Iglesia-militante de Gaspar García Laviana, sacerdote hasta el final, muer to en combate en las montañas de Nicaragua. En la Iglesia-organización y for mación obrera de Monseñor Víctor Sanabria de Costa Rica y en la Iglesia- cooperativa del Padre Héctor Gallego de Panamá. Creemos en la unidad del Pueblo, en su resistencia y en sus organizaciones populares. En su Esperanza muchas veces desesperada. En la vida del pueblo que muere y tiñe de rojo el largo camino de la Resurrección. Creemos que si Nicaragua venció, El Salvador vencerá, Guatemala les segui rá, Costa Rica se convertirá, Honduras será desocupada y Panamá también se liberará. Redactado por un colectivo de agentes de pastoral de todos los países centroamericanos.
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