PS_NyG_1994v041n001p0007_0102

68 FELIPE F. RAMOS hombre y siempre será esencialmente nuevo y requerirá un nuevo anuncio de la Pálabra que da Vida112. La Conferencia de Puebla (1979) pone tal énfasis en la religiosidad popular que la presenta no sólo como objeto de evangelización, sino como la forma de evangelizarse el pueblo a sí mismo. Este se inspira para ello no tanto en programas teóricos o doctrinales cuanto en la experiencia oracional de quienes hacen de su pobreza fuerza liberadora. Pues bien, reconociendo el protagonismo del pueblo en la praxis evangelizadora, se reafirma el potencial liberante de las culturas populares, arraigadas, sobre todo, en grupos étnicos, cuyo desvalimiento socio-económico testimonia su opresión113. Resulta, por otra parte, evidente, que puede aplicarse también a Euro­ pa el programa de Puebla con su opción preferencial por los pobres. Euro­ pa clama sin duda por vitalizar una cultura del oprimido, encarnada no sólo en quienes sufren hambre, sino también en cuantos luchan contra el peligro masificador de una descontrolada tecnocracia. Infinidad de movi­ mientos reivindicativos (paz, ecología, trabajo, convivencia...) patentizan una auténtica cultura de opresión. Y en el fondo sólo intentan denunciar cuantos vestigios de injusticia institucional coartan sus ansias de libertad. Se ve, pues, cómo el continente europeo necesita a su vez liberar el mensaje evangélico de cuantos imperativos culturales impone una tradición plurise- cular, donde la fe viene acrisolada con el sacralismo114. Remitimos a lo dicho sobre la necesidad de la aculturación previa a la inculturación del evangelio. Teología de la liberación Si los pobres constituyen un «lugar teológico» podrá y deberá hacerse teología a partir de la reflexión cristiana sobre un estamento tan generali­ zado. v a se ha hecho y se está haciendo: es la teología de la liberación115. Teología, siempre, en cualquier lugar, en cualquier tiempo, es pensar en Dios, referirse a Dios —estamos hablando de teología cristiana— referirse 112. P. MARTÍNEZ, Catequesis y nueva evangelización , en ITER, 1991, 9. 113. A. SALAS, Inculturación y liberación , 142. 114. A. SALAS, Inculturación y liberación , 143. Puede verse A. SANCHIS, Evangelizar en la culturq europea , en Inculturación y nueva evangelización , 211-227 y L. GONZÁLEZ- CARBA- ja l S antabárbara , Postmodernidad y nueva evangelización , en La vida religiosa y la evangeli­ zación , 811-99. 115. L. BOFF, Teología desde el lugar del pobre , Santander 1986; J. L. GONZÁLEZ, Teolo­ gía de Id liberación: un nuevo marco teórico para la comprensión de la religiosidad popular , en Selecciones de Teología, 1983.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz