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46 FELIPE F. RAMOS CREDO DE PALACAGÜINA (i Carlos Mejías Godoy) Creo Señor firmemente, que de tu pródiga mente, todo este mundo nació; que de tu mano de artista, de pintor primitivista, la belleza floreció; las estrellas y la luna, las casitas, las lagunas los barquitos navegando por el río junto al mar, los inmensos cafetales, los blancos algodonales y los bosques mutilados por el hacha criminal, los inmensos cafetales, los blancos algodonales y los bosques mutilados por el hacha criminal. Creo en Vos arquitecto ingeniero, artesano carpintero, albañil y armador. Creo en Vos arquitecto ingeniero, artesano carpintero, albañil y armador. Yo creo en vos Cristo obrero, luz de luz y verdadero, unigénito de Dios, que para salvar al mundo en el vientre humilde y puro de María se encarnó, creo que fuiste golpeado, con escarnio torturado, en la cruz martirizado siendo Pilatos Pretor, el romano imperialista, puñetero y desalmado que lavándose las manos quiso borrar el error, el romano imperialista, puñetero y desalmado, que lavándose las manos quiso borrar el error. Creo en Vos arquitecto ingeniero, artesano carpintero, albañil y armador. Yo creo en vos compañero, Cristo humano, Cristo obrero, de la muerte vencedor, con el sacrificio inmenso, engendraste al hombre nuevo para la liberación, vos estás resucitado en cada brazo que se alza, para defender al pueblo del dominio explotador, porque estás vivo en el rancho, en la fábrica en la escuela, creo en tu lucha sin tregua, creo en tu Resurrección, porque estás vivo en el rancho, en la fábrica en la escuela, creo en tu lucha sin tregua, creo en tu Resurrección. cuanto era posible. Esta adaptación de la palabra revelada debe mantenerse como ley de toda la evangelización...» (GS 44). La introducción al cap. II sobre «El sano fomento del progreso cultural» proyecta mucha luz sobre una evangelización inculturante, al desarrollar los múltiples aspectos dados a la palabra «cultura»). Teniendo en cuenta el esencial «bilingüismo de la revelación» y su reconocimiento oficial en los textos eclesiales que acabamos de citar, nada