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42 FELIPE F. RAMOS práctica liberadora. La Iglesia de los pobres —también llamada Iglesia de las bases— es una realidad histórico-social que representa una distinta pre­ sencia del mensaje cristiano...71. Las mismas iglesias particulares o comunidades eclesiales de base no dejan lugar a duda, en sus manifestaciones, de pertenecer a la macroiglesia. En Guatemala es realmente impresionante la promisoria vitalidad de nu­ merosas comunidades cristianas, diseminadas a lo largo y ancho del país. Ellas conforman esa iglesia sencilla, heroica y fiel, que no llega a entender la mayoría de las decisiones de la jerarquía en materia doctrinal o sacra­ mental; esa iglesia que nace del pueblo, pero al margen del respeto y acata­ miento a sus pastores; esa iglesia abierta a entender los signos de la historia guatemalteca y su proceso de liberación; esa iglesia que desea ver en sus obispos, sacerdotes y catequistas la imagen de su Señor y Maestro72. El documento de la Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil, a la vista de la participación-comunión entre gente de base, sacerdotes, religiosos, teólogos, científicos sociales y obispos, reconoce que está nacien­ do aquí un nuevo modo de ser Iglesia. Se ha pasado de la Iglesia-sociedad a la Iglesia-comunión. En ésta preva­ lecen las relaciones comunitarias, es decir, las relaciones inmediatas, prima­ rias, afectivas, nominales. Las personas se conocen por su nombre, y comul­ gan no sólo una misma fe y esperanza, sino también la vida y sus luchas. La Iglesia estructurada de este modo ejerce, además de su función específica­ mente religiosa, una eminente función humanizadora e integrante. La Iglesia-sociedad se organiza mediante unas relaciones anónimas, fun­ cionales y caracterizadas por el interés. Al fiel que acude a la iglesia no le hace falta conocer al celebrante o al confesor; le basta con recibir la euca­ ristía o el sacramento de la penitencia. Se trata de una relación anónima en la que cada cual desempeña su función. La Iglesia-sociedad se presenta estructurada de un modo muy nítido: por un lado, el clero, al que compete la gestión de lo sagrado y el gobierno de la vida eclesial; por otro lado, la masa de los fieles, feligreses de las parroquias y participantes en movimien­ tos que no afectan a la estructura jerárquica. No es de extrañar que la Iglesia haya acabado por ser simplemente identificada con el cuerpo jerár­ quico y sacerdotal (papa, obispos y sacerdotes). ¿Por qué se llaman «Comunidades Eclesiales de Base»? El calificativo tiene cuatro sentidos: 1.° La base tiene el sentido de fundamento, princi­ pio, algo que es esencial. La comunidad cristiana se construye sobre lo que 71. L. B off , La nueva evangelización , 43. 72. Reflexión cristiana en Guatemala, Caminos de Cristo en Guatemala , 9-10.

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