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8 FELIPE F. RAMOS momento lo que conviene a Alemania», iEsta es la aldea global en medio de la cultura planetaria del mundo actual! El obispo F. Sebastián valora también la convocatoria papal «como una intuición guiada por el Espíritu de Dios, un gesto profètico de gobierno eclesial. Estoy de acuerdo con González Dorado : «La nueva evangelización es el primer plan de pastoral orgánica de toda la Iglesia»3. Semejantes afirmaciones nos obligan a pensar que el Vaticano II se Ha quedado desfasado, que su inmensa densidad y riqueza han sido ya agota­ das. ¡Una mina de yacimientos valiosísimos y sin fondo —la fe eclesial con­ signada de modo actual en sus documentos— o se ha agotado o resulta antieconómico explotarla! No se puede hablar con seriedad del tema de la «nueva» evangelización si no se tiene como esencial punto de referencia a la Escritura, el Vatica­ no II, la exhortación pastoral «Evangelii Nuntiandi», los documentos de Medellín y de Puebla. Nuestro asombro sigue en aumento cuando, una vez sentada la tesis antedicha, el mismo F. Sebastián afirma la confusión e incluso la ignorancia del fondo mismo de la cuestión (el subrayado es nues­ tro). Lo hace, eso sí, con gran claridad y honestidad. Comienza con una declaración del propio papa Juan Pablo II que, en torno a la «nueva» evangelización, plantea múltiples interrogantes: «Hay que estudiar a fondo en qué consiste esta nueva evangelización, ver su alcance, su contenido doctrinal e implicaciones pastorales; determinar los métodos más apropia­ dos para los tiempos en que vivimos; buscar una expresión que la acerque más a la vida y a las necesidades del hombre de hoy, sin que por ello pierda nada de su autenticidad y fidelidad a la doctrina de Jesús y a la tradición de la Iglesia»4. Después de las citadas palabras del Papa, el autor del artículo —síntesis del libro Nueva Evangelización. Fe, cultura y política en la España de hoy (Ed. Encuentro, Madrid 1991)—, reconoce las dificultades para una com­ prensión de expresiones como «anunciar el evangelio», «proclamar, difun­ dir, poner en práctica el evangelio de Jesucristo», «anunciar la salvación», «valorar las verdaderas relaciones entre promoción humana y salvación escatologica», entre «dinamismo humano y vida sobrenatural...». Cuando, en un segundo momento, intenta buscar una descripción adecuada sigue 3. F. S eba st iá n , En qué consiste la nueva evangelización, en La vida religiosa y la nueva evangelización , Madrid 1990, 101. La cita es tomada por A. Trobajo, en el artículo citado: «Como ha podido afirmar algún especialista proceder a una evangelización nueva en su ardor, en sus métodos y en sus expresiones es el primer proyecto de acción misionera de conjunto de la Iglesia universal» (p. 231). 4. F. S ebastián , En qué consiste la nueva evangelización , 101.

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