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PRESENCIA DE DIONISIO AREOPAGITA. 319 seres relativos y contingentes? Es éste un problema, cuya importancia y extensión cae fuera del ámbito del presente estudio. Para nuestro propósi­ to, baste con indicar que la creación «ex nihilo» se ha de situar en la actividad de la acción de la Divinidad (Theótes) que pone en el ser los paradigmas o, para mejor entendernos, ideas ejemplares de las que Ella es fuente infinita e inagotable8. La fuerza motora de esta actividad creadora es su Bondad. Igualmente, a esta Bondad de la Divinidad (Theótes) com­ pete el hacer que los hombres, en cuanto semejanza de Dios, participen de su Ser Incognoscible e Inefable. Según el Pseudo-Dionisio «todo procede de Dios (Theótes), en El se conserva y en El termina» (DN 735ab). 2. Deificación del hombre Igual que en los sistemas platónicos, el sistema areopagita intenta con­ seguir la unión con la Divinidad. Pero mientras que en Plotino, Proclo o Jámblico se trata de una reducción del ser múltiple al Uno, a través de la contemplación , en el Pseudo-Dionisio se intenta la unión de la criatura con el Uno creador. Esto supone el salto de lo finito a lo Infinito sin que ninguno de ambos seres se confundan ni pierdan su modo de ser. Aún más, el Ser Divino se describe en esta actividad divinizadora como el Dios Escondido y Oculto; la Luz que se convierte en Tinieblas por su riqueza infinita luminosa. La actividad divinizadora se realiza según las «Jerarquías» que constitu­ yen el universo dionisíaco. La «Jerarquía» es, ante todo, la colocación u ordinación distributiva de los entes en multiplicidad de grados ontológi- cos (Táxis) que por proceder de Dios debe ser considerada como sagrada. La «Jerarquía» es, pues, táxis , pero táxis armónica que obedece a una voluntad divina y que, como producto de ella, es una «orden» en el sentido de mandato. Tal mandato toma, como punto de partida, la providencia y bondad divina en su liberalidad y exige, en correspondencia, una acción de la criatura que conduce a ésta a realizarse en toda su propia perfección. En segundo lugar, la «Jerarquía» es una ciencia (epistéme). En el voca­ bulario dionisiano, a este respecto, epistéme enlaza frecuentemente como sinónimos, los términos de «contemplación», «iluminación» y «plegaria», referidos a Dios, en cuanto «Jerarquía» Suprema o «Tearquía». 8. Este problema lo he estudiado en otro lugar con todo detalle y extensión: ‘Noción de próodos en el Corpus Dionysiacum’ en Genethliakon hidorianum , Universidad Pontificia (Salamanca 1975) 35-76.

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