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PRESENCIA DE DIONISIO AREOPAGITA. 325 «no pensar nada; atenta sólo a Dios y contenta» 17. Este «no pensar nada» implica un aspecto negativo y otro, positivo. Por el primero, se niega toda actividad a los sentidos tanto internos como externos. Y las facultades superiores se repliegan sobre el fondo íntimo del alma, cesando toda ope ración la razón discursiva y rechazando el entendimiento absolutamente todo aquello que no sea Dios. Unas quince veces se encuentran en el P. Osuna expresiones de este tipo: «echar fuera todo lo creado», «derramar del corazón todo criado pensamiento», «desembarazarse», «vaciar el cora zón». Por el segundo, la inteligencia pura fija su mirada de la manera más simple y sutil en solo Dios y en sola su Divinidad. De este modo, el aspecto negativo se transforma primordialmente en algo positivo. Así, se nos dice en el Cuarto Abecedario : «ni esto que tienen (las almas con oración de recogimiento) es pensamiento de cosa criada alguna sino una muy sencilla representación con que afijan atentísimamente su entendimiento en la sim- plicísima Divinidad» 18. Se trata, pues, de una contemplación exclusiva de la esencia divina, para cuya consecución es, incluso obstáculo, la misma representación de la figura humana de Jesús. La oración de recogimiento es una operación sencilla en la cual se da una representación de Dios en su desnudo ser. De aquí, que Cristo entre en ella en tanto en cuanto Divinidad y se nos indique que mientras el cuerpo o lo sensible permanece con su Humanidad, el espíritu lo está con su Divinidad únicamente. Esta dimen sión noética de la oración de recogimiento la estudia el P. Osuna en el Tercer Abecedario. En cambio, la dimensión práctica de la vía unitiva, en cuanto nuestro «docto no saber» es resultado del amor, lo expone en los Abecedarios Cuarto y Quinto. La unión del alma con Dios se consuma en el amor y en el ámbito volitivo. Recogimiento es oración del corazón. Con todo, el P. Osuna no suprime, en el acto místico contemplativo, totalmente la luz del conocimiento. Sus ideas, en este punto, no hacen más que reflejar las del voluntarismo teológico franciscano en las que el conocimiento no es el elemento capital de la unión del alma con Dios en la visión beatífica del cielo, sino el amor. En la línea del P. Osuna, pero de forma más radical expone fray Ber- nardino de Laredo la unión mística del alma con Dios. Como ya se ha indicado, su obra Subida al Monte Sión , tuvo dos redacciones. La primera —1535— asimila la contemplación humana en el tiempo a la de los bien- 17. Fidel de Ros, Le Pére Franqois d ’Osuna. Sa vie, son oeuvre, sa doctrine spirituelle (París 1936), toda la tercera parte del libro se dedica al estudio de la oración de recogimiento. En concreto, la fórmula «no pensar nada» se analiza en pp. 488-503. 18. O. c.y p. 491, n. 4. En pp. 492-93, se nos dan diversas expresiones, caracterizadoras de la oración de recogimiento, tomadas del Abecedario Tercero.
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