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302 MANUEL GONZALEZ GARCIA solo: si hay verbo, tiene que haber dos. Es como si el menor fuese la razón del mayor»23. Estas aporías, escritas como comentario de una frase evangélica, son las mismas que van a aparecer, con otro lenguaje menos religioso, a la hora de exponer y explicar el origen del verbo. Estos son los sucesivos pasos o momentos metafísicos, no cronológi­ cos24 que señala E. Nicol: a) Con indudables resonancias de la Sagrada Escritura en sus palabras, escribe rotundamente: «En el principio era la materia»25, que es la primera forma que existió en el cosmos, su único componente, siendo «infinita y eterna»26. Este cosmos material no es anárquico, sino que está regido por una ley necesaria: la ley natural27. La «materia» es indiferente, al estar compuesta de elementos físicos28 y está destinada «a existir pasivamente, o sea en el modo de la predisposi­ ción objetiva: ob-jectus »**. Su lugar en la jerarquía ontològica viene definido por el silencio que «no es (no tiene realidad física)»30. La materia silenciosa sería, por ello, objeto no de audición sino de sola visión31. b) Dentro de la materia, y como forma especial de la misma, encontra­ mos la vida, los organismos. En este caso, la ciencia natural ha investigado los procesos químicos que han hecho posible el tránsito de la materia inorgánica a la orgánica. Pero, con todo, queda siempre en este salto el misterio de cómo es posible que la materia «utilizando siempre sus mismos recursos» dé origen a un ruiseñor o a un cocodrilo. Por eso, no se recata E. Nicol en afirmar que la biología encierra también su misterio, un misterio que califica como de 23. FH 13. 24. «No nos preocupa el origen del logos como suceso histórico (como origen de la propia historia), para indagar su fecha y sus condiciones biológicas. Importa la cuestión ontològica, y en este sentido originaria, de su posibilidad; quiere decir, el fenómeno de su desprendimiento de una realidad ilógica» (E. ÑICOL, Crítica de la razón simbólica , México 1982, 257-258). 25. FH 66. 26. FH 44. Cfr. además 39, 45, 68. Cfr. también E. NlCOL, Crítica de la razón simbólica , México 1982, 273. 27. FH 68. 28. Ibid. Cfr. E. NlCOL, Crítica de la razón simbólica , México 1982, 273. 29. FH 22. 30. FH 57. 31. FH 57. En E. NlCOL, Crítica de la razón simbólica, México 1982, 260 se habla del universo «infinito y callado».

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