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SENTIDO DE LA COLONIZACION HISPANA EN AMERICA 273 cas hicieron después proclamar al Rey y al Visorrey»13. Por ser este texto muy autorizado lo hemos citado ampliamente. Pero tenemos que ser seve­ ros tanto respecto de G. Gutiérrez como de M. Giménez Fernández. Exi­ gir preocupaciones misioneros cuando el único tema central consistía en si era posible y rentable hallar por Occidente el «camino de las especierías», es pecar de anacrónicos. No es raro este defecto en historiadores profesionales. Es muy tentador juzgar de hechos anteriores por resultados posteriores. Es esto lo que acon­ tece en nuestro caso. Los autores mentados ven las capitulaciones de Santa Fe, abril de 1492, desde la enormidad del suceso posterior. Lo malo del caso es que esta objeción, si valiera contra los reyes y Colón, sería más que una bofetada contra los famosos y simpáticos franciscanos de La Rábida. ¿Por qué, usando de la frase de M. Giménez Fernández, «no rebuscaron almas que convertir» en sus coloquios con Colón y se fueron con él? La respuesta nos parece muy obvia. Ayudaron a Colón. Pero creyeron que se trataba de una gira más del gran marino en busca de un negocio comercial. Obviamente, no se sintieron obligados a embarcarse con el gran marino para tal negocio. Qué otra fue su actitud y cuán apostólica cuando supie­ ron ante el gran suceso cuántas almas les estaban esperando. De esta larga reflexión concluimos que la primera colonización moder­ na tuvo un sentido primordialmente comercial. Lo afirmamos de la primera colonización portuguesa del siglo XV. Y también lo afirmamos del primer intento de Colón. ¿Mantuvo esta nota comercial la ulterior colonización hispana? Deseamos responder detenidamente a esta pregunta. Pero antes es menester subrayar la radicalización del sentido comercial de la coloniza­ ción en el mundo moderno. Esta radicalización la hacen suya las activísi­ mas Compañías de Indias, patrocinadas más o menos oficialmente por Holanda e Inglaterra. En estas Compañías cristaliza la idea política de colonización con el doble objetivo de obtener materias primas para la in­ dustria de la metrópoli y campos de comercio para sus productos. Esta mentalidad socio-política será la prevalente en las grandes potencias de la colonización moderna. Todavía en 1885 se reúnen en Berlín estas potencias para delimitar sus respectivas posesiones en Africa. Solamente tienen en cuenta sus peculiares intereses. Los derechos de los nativos no pesan en los coloquios de tan alta conferencia14. Este es el sentido primario de la colonización en el mundo moderno. El provecho comercial como incitante y como logro. Y esto es menester 13. G u stavo GUTIÉRREZ, Dios o el oro en las Indias , Salamanca 1989, 23. 14. J. L. COMELLAS G arcía -L lera , Conferencia de Berlín , en Enciclop. Rialp 4, 82-83.

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