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242 BERNARDINO DE ARMELLADA de que se diera una prueba metafísica a favor de que el fin (perfección) último del hombre está en la visión clara de Dios y su fruición inmediata, todavía se necesitaría la revelación sobrenatural de Dios para saber en qué condiciones ese fin se debe apetecer11. Y esta imposibilidad se funda últi­ mamente en que Dios obra «ad extra» libre y contingentemente y, además, concede la beatitud como premio de unos méritos que, a su vez, también son aceptados contingentemente por E l12. Respecto de la distinción entre fin natural y sobrenatural parece no querer saber nada. Ante la dificultad corrientemente apuntada de que el hombre debería de por sí conocer su fin último por su capacidad natural, hace notar que los tomistas creen salvar la dificultad diciendo que esa razón sólo tiene fuerza referida al fin natural y no al sobrenatural13. Mas para él esa distinción tomista es inútil. Pues no hay más fin último que la visión beatífica, ya que sólo ella constituye la perfección máxima del hom­ bre. Ninguna otra perfección menor puede ser fin último, especialmente si se tiene en cuenta que en la relación potencia pasiva-perfección no se da sobrenaturalidad14. La respuesta adecuada a la dificultad, para Vigerio, está en la distinción entre el fin que es causa final y el fin al que se llega por la operación. El principio concluiría, por tanto, respecto del primero y no respecto del segundo, que es precisamente el objeto beatífico de que aquí se trata15. En las aclaraciones acerca de la esencia de la sobrenaturalidad no dice nada que no se encuentre en Liqueto y Rada. Tiene, sin embargo, una nota sobre la potentia obediencial tomista, que se presta a confusiones por lo poco cuidado de la terminología. Los tomistas, dice, admiten tres clases de potencias: natural, violenta y obediencial. Esa potencia obediencial sería la aptitud que un ser posee para que se verifique en él lo que Dios pueda 11. «...si enim daretur quod ratio naturalis (supple tu metaphysica: sed non physica) sufficeret ad probandum quod visio nuda et fruitio Dei clare visi est finis hominis, tune, ut hic dicit, adhuc esset necessaria cognitio supernaturalis de conditionibus finis quibus finis ipse redditur appetibilior» ( lbid.). 12. «...quod Deus ad extra contingenter et libere agat; et quod beatitudo conferat ut praemium pro meritis quae Deus contingenter acceptat» {ibid ., fol. 2c). 13. «Dicunt thomistae Deum esse finem supernaturalem hominis: et per hoc satis faciunt huic rationi dicendo quod concludit de fíne naturali: non autem de fine supernaturali» (.lbid fol. 2d). 14. «Notandum primo quod natura accipitur uno modo ut definitur 2. Phys. et sic distinguitur naturale contra violentum: et hoc modo datur médium inter naturale et violentum ex parte, scilicet, principii passivi: et est potentia neutra ut superficies est in potentia ad colores» {lbid ., fol. 5a). 15. «...ratio concludit de fine qui est causa finalis: non autem concludit de fine attingen- do per operationem qualis finis est objectum beatificum de quo intendit ratio doctoris et ita est aequivocatio de fine3 {lbid ., fol. 3a).

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