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EL DESEO DE DIOS EN LOS ESCOTISTAS DEL SIGLO XVI 255 riano: es la consideración del alma humana como «imagen de la Trinidad». Un dato, evidentemente de fe, que conecta teológicamente con el problema de la referencia íntima de la creatura intelectual con el misterio de Dios. Por ejemplo ]uan Ballaini68, partiendo de la imposibilidad de conocer por nuestras luces naturales el misterio de la Trinidad de personas en Dios, dice: Ante la dificultad que puede surgir del hecho de que el alma es imagen de la Trinidad (conocer el alma sería conocer la Trinidad), hay que tener en cuenta que el alma sólo se conoce naturalmente en lo que tiene de absoluto, mientras que su ser de imagen es una dimensión «relati­ va», sólo cognoscible por la fe69. 13. Más explícito a este respecto es Salvador Bartolucci 70 en su comen­ tario a las cuestiones «quodlibetales»: El alma y el ángel, aunque puedan conocerse en lo que tienen de absoluto, no se pueden reconocer natural­ mente en cuanto son imagen de Dios. Pues no se puede conocer natural­ mente la relación si no se conocen de un modo natural los dos extremos71. Sin aplicar directamente esta idea al tema del «apetito natural» de Dios, afirma la existencia del mismo cuando la ocasión se le presenta72, y descri­ be la beatitud de esta manera: El acto beatífico del entendimiento no pue­ de consistir en un conocimiento abstractivo, sino necesariamente en un conocimiento intuitivo. La razón está en que una idea abstracta lo mismo puede referirse a una cosa que existe como a una cosa no existente en la realidad; y entonces se tendría el absurdo de que la beatitud podría tener como objeto beatífico algo abstracto, e.d. algo que no se da en la realidad. De aquí la exactitud, observa, de la denominación de «visión facial» que algunos dan a la intelección intuitiva. Otra condición para la bienaventu­ ranza es la infinitud de su objeto. Pues, dado que la potencia (el ser del 68. Juan Ballaini (t 1576) comenta a san Buenaventura: Divi Bonaventurae in primum librum Seni, elaborata dilucidatio , Venetiis 1580. Cfr. SBARAGLIA, t. 2, p. 33a-b; HüRTER, t. 3, col. 4. 69. «Ad illud quod objicitur de imagine dicendum est quod est cognoscere animam secundum id quod est, et cognitio ista est rationis: vel secundum in quod imago: et cognitio ista est solius fidei» {Divi Bonaventurae in primum librum Sent. elaborata dilucidatio , dist. 3, p. 1, art. 1, q. 4, fol. 36). 70. Salvator Bartolucci (t 1586), profesor de metafísica en la Universidad de Padua, se encargó de la edición de muchas obras especialmente de Escoto y Tartareto. Suyas son Dispu- tatsiones collationales , Venetiis 1580: quaestiones quodlibetales, Syllabus generalis , Venetiis 1580. Cfr. S b a r a g lia , t. 3, p. 78a-b; H urter , t. 3, col. 155. 71. «...tam anima quam angelus, Iicet possit naturaliter noscere se quantum ad illud absolutum quod ipsum est notitia sui, non tamen potest naturaliter noscere se, quantum est imago Dei sive se esse imaginem Dei, quia non potest naturaliter cognosci relatio nisi natura­ liter possit cognosci utrumque extremum» (Quaestiones quodlibetales , q. 14, p. 213). 72. «...ultima perfectio naturae viventis a tali natura summe desideratur desiderio natu­ rali» {Ibid ., q. 13, p. 180).

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