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EL DESEO DE DIOS EN LOS ESCOTISTAS DEL SIGLO XVI 251 el término, no será posible que, por el solo conocimiento del fundamento, se conozca en su realidad el deseo como referido a la visión inmediata de Dios49. Al hablar de la proporción entre potentia activa y pasiva, observa que teológicamente es verdad que a una potencia pasiva le corresponde una activa, aunque no sea natural. Mientras que no es igualmente verdadero que a toda potencia activa le corresponda otra pasiva propia, como ocurre con la potencia de Dios, infinitamente intensa, a la que es imposible encon­ trar un término pasivo que agote su virtualidad, no por defecto de Dios, sino por deficiencia esencial de la creatura50. Se tendría el caso de una capacidad activa que no es vana «ex se», sino únicamente no realizable por parte del término. La frustrabilidad del apetito natural tampoco la considera bajo el as­ pecto de la posibilidad de que no se cumpla, sino en cuanto se le reduce a la imposibilidad de cumplimiento en los condenados. Y la solución es la de siempre: Sería en vano si se frustrara en toda la especie51, es decir, si en toda la especie se redujera a la imposibilidad de cumplirse el deseo o potencia natural pasiva de la visión de Dios. 8. En el Compendio de Teología que editó ]uan de Combes 52, encon­ tramos una división de «fin último» en extrínseco e intrínseco , que no concuerda, por ejemplo, con la denominación que se vio en Vigerio53. El fin extrínseco es la beatitud creada que nos beatificará en la patria mortalmente (?) (mortaliter , dice el texto). El fin último intrínseco es la beatitud increada, que nos beatificará efectivamente, es decir, el mismo Dios. El primero, beatitud creada, es como el fin en el cual se espera\ y el 49. «Nota nec ángelus nec anima separata cognoscunt desiderium quod habet natura eorum ad Deum clare visum, quia non cognoscitur aptitudo ex cognitione fundamenti, sed requiritur cognitio sui termini» ( I b i d fol. 5, lit. I). 50. «Theologice vero loquendo ista est vera, quod omni potentiae passivae correspondet sua activa. Sed ista est falsa: omni potentiae activae correspondet sibi sua passiva, quoniam Deus habet potentiam infinitam intensive, quae quantum est ex se posset unum effectum infinitum intensivum producere, sed ille talis effectus non est factibilis. Et ita est sententia Scoti in 1, dist. 42, ubi dicit quod impossibilitas rei fiendae est ex parte rei et non ex parte Dei, quia quantum sit ex parte Dei, ipse potest facere impossibilia. Ergo falsum est (theo­ logice loquendo) quod absolute omni potentiae activae correspondeat sibi sua passiva» (Ibid.y fol., lit. G). 51. «...talis potentia est frustra si frustraretur secundum totam speciem, sed non dicitur esse frustra si in multis individuis illius speciei frustratur, et ex noc habes contra Thomam, qui voluit quemlibet angelum facere propriam speciem. Tune multae potentiae beatificabiles essent frustratae secundum totas species, quod est inconveniens et falsum» ( Ibid ., fol. 3, lit. G). 52. La obra Compendium totius theologicae veritatis , es de autor desconocido. Entre los autores que se le han asignado se cuentran san Alberto Magno y san Buenaventura. Juan de Combes la edita, ¿Ilustrándola con anotaciones, en Lión 1563. Cfr. IIURTER, t. 2, col. 383. 53. Véase arriba la nota 9.

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