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21 2 ALEJANDRO VILLALMONTE La hipótesis a comprobar la formula su autor con estas palabras: «todo hombre, al nacer, se encuentra en la esclavitud del demonio, hasta que es regenerado en las aguas del bautismo» (p. 295; y todo el cap. VII). Se trata, es obvio, de una situación teologal, surgida en la última profundidad del ser humano, a nivel de su relación con Dios, la más personal. Estaría­ mos ante un «misterio», en la acepción más solemne, sacral y hasta divinal de la palabra. Y, frente a una afirmación de esa índole, parece inevitable dirigirle al afirmante esta, al parecer ingenua, pero retadora pregunta: ¿cómo lo sabes? La respuesta del prof. Sayés puede suponerse inmediata y clara: porque Dios lo ha revelado y la santa madre Iglesia así nos lo enseña. ¿Seguro que es así? Sayés se cree bien respaldado por la palabra de la Iglesia y la Palabra de Dios. Por lo que se refiera a la palabra de la Iglesia, Sayés encuentra muy a su favor la Tradición patrística (p. 296-304), la Tradición litúrgica (p. 304- 311), la Tradición magisterial (p. 311-313). Es decir, los pensantes, los orantes, los dirigentes de la Comunidad estarían muy unánimes en esta interpretación satanista del misterio del pecado original. La recogida de textos realizada aquí no pasa de ser un muestrario meramente indicativo y testimonial. Seguro que se puede confeccionar un grueso «Enquiridión de textos satánicos » leyendo el N. Testamento, los Padres, la liturgia, los teólo­ gos, los pastores de almas. Por eso concluye Sayés con estas palabras: «Aquí tenemos, pues, todo un dato de la Tradición que, por su larga extensión, hemos tenido que resumir. Supone, pues, un dato de fe de la Tradición de siempre. Ahora bien, este dato ha sido mantenido pacífica­ mente como un dato de fe, un dato más, que describe una de las dimensio­ nes que tiene el pecado original, pensamos que es un dato de suma y capital importancia» (p. 312s). Donde más fuerte se siente Sayés para lanzar su hipótesis es leyendo el N. Testamento. Aparte de otros libros neotestamentarios, los Evangelios están plagados de textos satánicos (p. 313-316). Las narraciones sobre endemoniados (p. 316-318). Por fin, la entera acción salvadora de Cristo es leída en clave demonológica, como una lucha de Jesús contra Satanás para arrebatarle el dominio despótico al que tiene sometida a la humanidad (p. 321-328; 313, 298). Para centrar un poco el comentario a la hipótesis de Sayés hablaré, en primer lugar, de la persona de Satanás y luego de su «presunto» dominio sobre la humanidad por efecto del pecado original10. 10. D. FERNÁNDEZ en su art. ya citado «Antropología del hombre caído..., ha hecho una recensión del libro de Sayés. Allí, en forma breve, pero atinada, se ponen numerosos reparos

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