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196 GERMAN ZAMORA SANCHEZ Jesús un cavallero llamado don Rrafael de Avila les dio una casa40 que tenía en un lugar llamado Duruelo41 para fundar en ella la primera casa de padres primitivos de nuestra Señora del Carmen la qual el p.e //[ 178] Fray Ju.n de la Cruz42 la fundó y fue el primero que se vistió de sayal43y la casa la primera desta horden santa44. Después de fundado este monasterio por este padre se fundaron en Castilla el de Mancera45y el de Pastrana46y en Alcalá de Henares47y otras partes. Luego pasó a landalucía donde fundó el del Calvario, Baeza y Gra- 40. «Una cavallero de Avila, llamado don Rafael, con quien yo jamás había tratado, no sé cómo, que no me acuerdo, vino a entender que se quería hacer un monesterio de descalzos; y vínome a ofrecer que me daría una casa» ( ibid ., 13, 2, 550a). Sobre la in­ cógnita de este personaje —Rafael Dávila Múxica—, cfr. Efrén de la Madre de Dios y Otger Steggink, Tiempo y vida de santa Teresa , Madrid 1968, 324s. La presunta casa, además de reducida e insegura, se hallaba destartalada: «...estaba de tal suerte, que no nos atrevimos a quedar allí aquella noche por causa de la demasiada poca limpieza que tenía y mucha gente del agosto. Tenía un portal razonable y una cámara doblada con su desván, y una cocinilla: este edificio todo tenía nuestro monesterio» ( Fundaciones , ed. citada, 13, 3, 550b). 41. Duruelo, en la actual provincia de Avila, era «un lugarcillo de hartos pocos vecinos, que me parece no serían veinte, que no me acuerdo ahora» ( ibid.y 13, 2). 42. El sobrenombre «de la Cruz» pudo ocurrírsele a santa Teresa, al convenir a fray Juan en cofundador, o pudo asumirlo el interesado al cambiar, en Duruelo, la regla mitigada por la primitiva. El aprendiz de ermitaño llegó a Duruelo a comienzos del otoño de 1568. Pronto hizo decorar su eremo con muchas cruces y calaveras. 43. Una de las primeras providencias del recién llegado fue la de «descalzarse», dejando el hábito negro de carmelita calzado —el famoso «paño»— por el de la Descalcez. 44. En cabeza del f. 178, y a su margen izquierdo, una mano escribió posteriormente: «En esa (?...) se dio principio a la reformación ... descalzos carmelitas». 45. Duruelo, aquel «portalito de Belén», según lo llama santa Teresa ( Fundaciones , ed. citada, 14, 6, 552b), fue de efímera duración, como ocurrió con bastantes proyectos semieremíticos de la época. Compadecido del tugurio, don Luis de Toledo, señor de las Cinco Villas, y de Mancera de Abajo (Salamanca), les deparó pronto en ésta mejor mora­ da, a la que se trasladó la comunidad el 11 de junio de 1570. El mecenazgo del magnate y una devota pintura flamenca alentaron el trueque de residencia: «Este cavallero —escri­ be santa Teresa— había hecho una iglesia para una imagen de Nuestra Señora, cierto, bien digna de poner en veneración. Su padre la envió desde Flandes a su agüela o madre [...]. Es un retablo grande, que yo no he visto en mi vida (y otras muchas personas dicen lo mesmo) cosa mejor. El padre Antonio de Jesús, como fue a aquel lugar a petición de este cavallero, y vio la imagen, aficionóse tanto a ella —y con mucha razón— que aceptó de pasar allí el monesterio» ( ibid., 14, 9, 553, b). Desde un principio de la reforma este padre desempeñaba el oficio de prior y fray Juan de la Cruz el de subprior y maestro de novicios. 46. Acontecía esto en 1570. Comenzaba en su vida una serie de giras reformadoras. La presente le permitiría conformar el nutrido noviciado de Pastrana al modelo de Duruelo- Mancera. Un compañero de viaje escribirá más tarde que hicieron el viaje a pie, pidiendo limosna para sí y para otros pobres. 47. En esos años de rápida expansión de los Descalzos le tocó el turno a la ciudad universitaria de Cisneros, donde establecieron un colegio en 1570. Y allí haría Juan de la Cruz famoso su apotegma de «Religioso y estudiante: religioso por delante».