PS_NyG_1993v040n001p0077_0093

90 ANTONIO HEREDIA SORIANO lo que ahora interesa destacar es el papel que en su nacimiento y proceso ha desempeñado, entre otros, A. Guy. Por ello, y por su perseverante dedicación durante medio siglo al estu­ dio y difusión de la Escuela de Salamanca, la Universidad que guarda en su capilla las cenizas de Fray Luis de León ha querido honrar a nuestro hispanista-filósofo, firme y tenaz meditador frailuisiano, inscribiéndolo en septiembre de 1986 en el libro de sus hijos Doctores honoris causa. Todo se inició el 28 de noviembre de 1985 en que tuvo entrada en el Registro de la antigua Facultad de Filosofía y CC.EE. una carta dirigida al Director del Departamento de Historia de la Filosofía solicitando se tratara en Con­ sejo la concesión de dicho honor para A. Guy. El 6 de febrero de 1986 se estudió y aprobó la propuesta, siendo elevada el mismo día a la Junta de Facultad. Esta la aprobó por unanimidad el 22 de abril; y el 20 de junio lo hizo igualmente la Junta de Gobierno de la Universidad, «después de co­ nocer a través del Sr. Decano de la citada Facultad, de los méritos científi­ cos del Profesor Alain Guy y de los honores y distinciones de que ha sido objeto el citado Profesor». La Junta de Gobierno remitió la propuesta para su aprobación definitiva al Claustro Extraordinario de Doctores, que fue convocado a tal efecto para el día 15 de septiembre. Me cabe la dicha y el honor de haber actuado como ponente en una situación tan extraordinaria. Expuse con detenimiento, y a ratos con emo­ ción a duras penas contenida, algunos datos sobre la vida y la obra de nuestro hispanista. Concluí mi intervención señalando a modo de resumen los tres puntos básicos sobre que estaba apoyada la propuesta y justificaban su aprobación. Los expongo casi literalmente en lo que sigue. Decía en aquella ocasión que los merecimientos de A. Guy al honor de la máxima condecoración universitaria venían avalados: 1.° Por la intensidad de su labor en el campo del hispanismo filosófico Alain Guy ha consagrado toda su vida profesional (medio siglo ya) a fomentar en Europa, y de modo particular en el área cultural francesa, la investigación, enseñanza, estudio y difusión de la filosofía española e ibero­ americana. Ha ejercido su labor publicando libros, artículos de revista, traducciones, recensiones; dictando conferencias; asistiendo a congresos y reuniones científicas; fundando un centro universitario de filosofía hispáni­ ca en Toulouse; difundiendo ésta por los medios más diversos y hetero­ géneos de comunicación, incluyendo diccionarios, enciclopedias, prensa periódica escrita, radio y televisión... Ha cultivado además sin desfallecer el contacto directo, libre y espontáneo con la filosofía del interior, aspecto esencial de todo hispanismo que se quiera vivo y renovador.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz