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ETERNO RETORNO DE LO IGUAL EN NIETZSCHE.. 75 Pero la voluntad de poder es siempre ruptura de equilibrio, es energía sobrepasándose a sí misma. Su verdadero estado es permanecer siempre como energía. Voluntad de sobrepasarse y transfiguración constante del propio ser van unidas. Así enlazamos con la afirmación del Instante desde el cual queda sublimada la existencia toda, porque la voluntad de poder la ha elevado vigorizando al individuo. Nietzsche relaciona, en repetidas ocasiones, la voluntad de poder, ese «sol de oro», con el eterno retorno y su simbólica «serpiente del conoci m iento»64. «¿Y quién le ha enseñado a ella la reconciliación con el tiempo, y algo que es superior a toda reconciliación? Algo superior a toda reconciliación tiene que querer la voluntad que es voluntad de poder: sin embargo, ¿cómo le ocurre esto? ¿Quién le ha enseñado incluso el querer hacia atrás?»65. Este fragmento nos sugiere una voluntad creadora, cuya fuerza es capaz de transformar cualquier «fue» en ¡así lo quise yo! ¡Y yo lo querré así! La voluntad es liberadora y portadora de alegría. Sólo mediante ella el retorno es posible porque éste es la coronación de la fuerza, la plenitud y la eterni dad de la vida. Para Klossowski, el mismo poder, en tanto que desprovisto de sentido y de finalidad por ser energía, se vuelve a encontrar en la vida de los organismos como voluntad de poder; pero ahora tiene una finalidad, la de durar, aunque es preciso que la voluntad no tenga otro objeto que este poder, ya que como energía no soporta ningún equilibrio y debe estar desprovista de todo sentido y finalidad. Pero cuando la voluntad de poder se fija una finalidad, el eterno retorno cambia de naturaleza y él mismo es interpretado por la propia voluntad de poder66. La idea de Heidegger es que las dos teorías fundamentales de Nietzs che: voluntad de poder y eterno retorno, dicen en realidad lo mismo. Son la consumación de la metafísica occidental. La voluntad de poder sería la consistencia de la realidad y el retorno su modo de existir. La interpreta ción de la voluntad de poder como eterno retorno de lo mismo descubre una nota del ente que permanecía oculta: el tiempo. Heidegger reduce la unidad de voluntad de poder y eterno retorno a otra unidad más originaria 64. Id., A sí habló Zaratustra. De la virtud que hace regalos, introd., trad. y notas de A. Sánchez Pascual, Madrid 1985, 12.a reimpresión, 120, n. 1. 65. Ibid., De la redención, 206. 66. Cfr. P. KLOSSOWSKI, Nietzsche y el círculo vicioso, Barcelona 1972, 165-167.
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