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FUNDAMENTACION ANTROPOLOGICA DEL OBJETO FILOSOFICO 43 Entendiendo por filosofía una constante interrogación, ésta muestra un sentido eminentemente prospectivo por cuanto se identifica propiamente con la realidad humana. En cualquier caso, la filosofía encuentra su funda­ mento antropológico en el sujeto humano , quien realiza la relación objetiva­ da entre sujeto (yo) —naturaleza—, lo que explicaría a su vez la historici­ dad misma de la filosofía. Para Merleau-Ponty, quien considera al hombre radicalmente abierto al mundo, expresa a lo largo de toda su obra el comportamiento simbólico como característica del «orden humano», entendiendo por éste lo que podría decirse que es el «universo trabajado». Con todo ello parece ser que lo que se consigue es ver que lo que define al hombre, no es la mera capacidad de crear una segunda naturaleza —económica, social o cultural— más allá de la naturaleza biológica, sino más bien el superar las estructuras creadas para crear otras. Este carácter activo permite la superación de lo concreto e implantarse en el plano de lo posible y virtual en el marco de una actitud cognoscitiva y una conducta libre. El poder de elegir y de variar los puntos de vista le permite crear instrumentos, no bajo la presión de una situación de hecho, sino para un uso virtual y, en particular, para fabricar otros con ellos. El sentido del trabajo humano es, pues, el reconocimiento, más allá del medio actual, de un mundo de cosas visibles para cada yo bajo una pluralidad de aspectos, la toma de posesión de un espacio y de un tiempo indefinidos. E l mundo , por tanto, no es donde se «encuentra» el hombre, sino donde éste lleva a efecto sus posibilidades. La reflexión filosófica solamente es viable a partir de una experiencia perceptiva del sujeto. En este sentido, considerar la reflexión filosófica como simple conjunto de tesis, es olvidar el fundamento de las mismas tesis: el sujeto abierto al mundo y en relación perceptiva con él (Merleau-Ponty, Phénoménologie de la perception). No sólo desde el ámbito del sujeto filosofante la filosofía tiene funda- mentación antropológica, sino que también la tiene desde el ámbito del objeto filosófico, aunque desde niveles distintos. El objeto filosófico es aquello que está dentro del ámbito de la expe­ riencia; lo que se quiere significar es que sólo se puede saber acerca de aquello que está, de una u otra forma, volviendo su cara hacia mí. Cuando Wittgenstein formula en el Tractatus que de lo que no se puede hablar más vale guardar silencio, está pensando en cierto modo en esto mismo, en que sólo se puede hablar de aquello que entra dentro del marco de nuestra experiencia; sin que por ello, como ha señalado Malcon, Wittgenstein nie­ gue la existencia de ese mundo, simplemente no puede decir nada de él.

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