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LA ANTROPOLOGIA BLONDELIANA DE LA ACCION 37 brir, la acción es algo mucho más complejo —es a la vez un absoluto, un noúmeno y un fenómeno— 48. En virtud de la temática y del método49 que emplea Maurice Blondel se ha querido ver una cierta relación entre el pensamiento blondeliano y el de los filósofos de la existencia o el existencialista50—incluso se ha llegado a afirmar que Blondel introdujo el existencialismo— 51. Estos juicios desagra­ daban enormemente al pensador. En el Congreso Internacional de Filosofía celebrado en Roma en 1946 fue leída una comunicación de Maurice Blondel en la que animaba a combatir el existencialismo sartreano y su primado de la existencia sobre la esencia52. Por este motivo se ha llegado a afirmar que Blondel es un «antiexistencialista» o, si se prefiere, un «esencialista»53. Ambas valoraciones extremas resultan ser inapropiadas para el pen­ samiento blondeliano: en la acción encuentran su armonía los opuestos —para Maurice Blondel la esencia tiene caracteres existenciarios—. La Filosofía de la Acción es una filosofía de la existencia y, simultáneamente, una filosofía de la esencia. Es más, incluso no sería demasiado erróneo pensar que la intencionali­ dad de Blondel es plenamente escolástica: el fin último de L'Action es hacer una demostración, por vía racional, de la existencia de Dios. «Dios existe» es una proposición eminente porque Dios es la Acción y lo creado no es más que el resultado del acto volitivo y totalmente libre de El. Desde lo creado, desde el efecto, el ente, la acción o el siendo, podemos llegar a la Causa Primera, al Ser, a la Acción. Pretendió crear un argumento nuevo para demostrar la existencia de Dios, un argumento muy simple apoyado en la acción, en el hombre; un argumento, por tanto, antropológico. 48. L'Action, 27. 49. Búsqueda filosófica centrada en la existencia concreta con el objetivo de descubrir la estructura y finalidad del hombre. 50. Véase, por ejemplo, E. MOUNIER, Introduction aux existentialismes , en Oeuvres III. 1944-1950, Paris, Du Seuil 1962, 71 o H. GOUHIER, Allocution, en Le centenaire de Maurice Blondel 1861-1961 en sa Faculté des Lettres d ’Aix-Marseille, Aix-en-Provence, Ophrys 26-27. 51. H. DuMERY, Blondel et la philosophie contemporaine, en Etudes Blondéliennes II, 71. «Blondel se inscribe en la línea de pensadores que se han interrogado con inquietud sobre el sentido de la existencia, desde Sócrates y los personajes bíblicos de Job y Cohelet hasta san Agustín, Pascal y Kierkegaard. Anticipa lo que será el movimiento existencialista contem­ poráneo ateo o cristiano, aunque él haya rechazado toda etiqueta existencialista y ha criticado sin precaución el existencialismo que, por otra parte, conocía mal» (Cfr. J. F lam and , Vidée de médiation chez Maurice Blondel , Louvain, Nauwelaerts 1969, 226. 52. Véase R. JOLIVET, Maurice Blondel et la pensée existentielle, en Etudes Philosophiques 7 (1952) 333 y Las doctrinas existencialistas. Desde Kierkegaard a J.-P. Sartre, Madrid, Gredos 1976, 4.a edic., 29. Otro rasgo que los distingue es que Blondel no separa los polos subjetivo y objetivo de destino —la heteron«*:i»ía se justifica por la necesidad de la autonomía—. 53. Defiende esta idea A. Caki il K, Existence et vérité. Philosophie blondélienne de l’ac­ tion et problématique existentielle, Paris, Privat-Puf 1955, 40-41.

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