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LA NOVELA ITALIANA COMO INSTRUMENTO PROPAGANDISTICO... 269 dedicado intensamente a la actividad política, dentro del fascismo, influyó en su vena artística marcándolo. En efecto, en su obra Combatteva un uomo 2, se muestra lleno de un odio intransigente hacia el partido comunista; en esta novela, los proleta­ rios no salen muy favorecidos: tienen «fisionomie cagnesche» y se asemejan a «scimie» y a «sciacali» porque nacieron así y no podía ser de otra manera ya que «furono costruiti così dalle madri affamate e derelitte e dai padri schiavi in lavoro sprezzante e vorace»3. «Quelli erano comunisti —escribe irònicamente—, dunque dellTnternazionale Soviética! Quelli erano i seguaci di Lenin e di Trosky! Italiani sfaccendati e melensi, sciagurati e dipinti da russi, defraudati e vilipesi contra un destino solo: la fame, il sonno, la donna, il bambino. Ecco. Contorti, esasperati, compromessi per la libertà, bevevano per vendetta, fumavano por odio, bestemiavano per rassegnazione, parlavano aspri e terribili, ed erano silenziosi e mansueti»4. Vemos cómo, en oposición con las nobles ideas y la conducta ejemplar de los hombres que integran las filas del fascismo, el autor, atribuye a los comunistas una serie de actitudes negativas de los que dicen llamarse comunistas porque, engañados, creen serlo. Tanto su aspecto como su comportamiento carecen de autenticidad, no son más que mera apariencia; tan falsos como puede serlo un disfraz o una exagerada caricatura. «...avevano vissuto sempre da pecore, ed ora facevano da leoni truccati o cam­ muffati. L’odio sordo e tenace era stato per loro comunismo. Insipienti tutti»5. Si se tratara de escoger la obra y el autor de más talento literario, dentro del sector de la novela fascista, escogeríamos a Marcello Gallian, aunque le reprocharíamos su excesiva prolijidad en los detalles truculentos, el tono demasiado exaltado, exclamativo y declamatorio. La pasión política que dominaba toda su vida le impidió, quizás, dedi­ car un tiempo suficiente para perfilar sus novelas y cuidar su estilo, escasa­ mente artístico. A este respecto se ha escrito que Gallian poseía una «immaginazione violenta, a volte sfrenata, tendente quasi con voluttà sessuale a ingigantire fatti e persone»6. 2. M. G allian , Combatteva un uomo, Firenze 1939. 3. Ibid, 91. 4. Ibid., 172-173. 5. Ibid., 173. 6. G. ANTONINI, La nuova prosa narrativa contemporánea, Firenze 1939, 88-89.

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