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LA NOVELA ITALIANA COMO INSTRUMENTO PROPAGANDISTICO... 291 5. ROMOLO MOIZO: Questi ragazzi Nos ha costado bastante dar con la novela de Moizo Romolo, Questi ragazzi , ganadora en el concurso literario sobre la novela fascista patrocina­ do por la Nuova Antologia. La encontramos en la Biblioteca Nacional de Roma «Vittorio Emmanuele». Se trata de un volumen dedicado por el autor a Luciano e Umberto89. Cuatrocientas cinco páginas llenas de histo­ rias de muchachos en edad escolar que, en la ciudad de Nápoles, estrechan amistad o cultivan rencores por el único motivo de pertenecer o no a una familia fascista. Es una novela como todas las demás. Con un argumento típico: la controversia política entre fascistas y liberales. La mala suerte cae sobre las cabezas antifascistas. Un destino cruel se cierne sobre ellos ani­ quilándolos. Es el caso de Nure, el profesor de ideas liberales, que termina en un manicomio. En el prólogo ya se habla de César, un «camicia nera» que toma parte en las «spedizioni punitive» fascistas, y del terror que esto produce en su hermano Giampiero «un ragazzo quasi bambino...che s’era lasciato predere da quel vago senso di terrore che da un po’ di tempo lo sfiorava alla nuca come un vento diaccio»90. Se incluyen también noticias sobre la situación en la que se encuentra Italia, de mal en peor, causa de ansia y de terrores continuos. El autor deja anotados, en el prólogo de esta novela, los escándalos producidos por las continuas huelgas que acaban siempre ocasionando muertes91. César sufre un accidente, en una de estas escaramuzas, que habría podido costarle la vida. Este hecho aumenta la admiración de Giampiero hacia su hermano en quien ve un héroe: «Cesare solo era nella Verità. Cesare solo tra tutti, era nella Ragione». Admiración no sólo hacia el hermano sino hacia el partido fascista. De ahí esas dos mayúsculas de Verità e Ragione llenas de significado como si de Verdad y Razón reveladas se tratase92. La novela, propiamente dicha, da comienzo con la entrada de Giampie­ ro en el «ginnasio» en el mismo año, y casi en los mismos días, en que Benito Mussilini se adueña de Roma. El autor se vale de este episodio para introducir una serie de elogios sobre el Duce y la «marcia su Roma»: 89. Romolo Moizo, Questio ragazzi , Milano 1937. 90. Ibid., 4. 91. Cfr. Ibid ., 15. 92. Ibid ., 30.

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