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La novela italiana como instrumento progapandístico del fascismo Hemos analizado, en un artículo anterior, los fenómenos relacionados con la novela italiana, en el período de tiempo comprendido entre 1922 y 1942; ello nos ha permitido constatar que el factor político-social tuvo una influencia considerable. Con Mussolini en la Jefatura del Gobierno, en una Italia dividida y asustada, cesa toda democracia y se implanta el totalitarismo con la consiguiente censura. Benito Mussolini se dio cuenta, desde el primer momento, de que los intelectuales podían constituir un nexo de unión entre la burguesía y la clase obrera. El fascismo les encomendó, pues, la creación de un arte que exaltara la «era mussoliniana». De este modo, el fascismo contó con su propia literatura, de escaso valor artístico, como soporte y propaganda del gobierno. Hemos centrado nuestro interés en una serie de autores y títulos hoy casi ignorados; se trata de novelas que nacieron bajo el signo de una cir­ cunstancia histórica muy concreta y que, actualmente, pueden considerarse reliquias de un pasado histórico. No ha sido fácil encontrar ejemplares de estas novelas. Sólo en las bibliotecas italianas se conservan textos críticos y antologías de la prosa de aquella época y, en estas obras, hemos recogido un material de enorme valor sociológico poco familiar hasta para los pro­ pios italianos. En el presente artículo intentamos ofrecer una visión de ese corpus literario y del peculiar sentimiento y personal visión que sus creadores experimentaron ante el contexto socio-político que les tocó vivir. La fuente de inspiración de la «novela fascista» nace, como es natu­ ral, de la ideología fascista y la lengua en ellas empleada es el idiolecto de Benito Mussolini. La fabulación es idéntica en todas estas novelas, creada con fines propagandísticos para extender el fascismo y alabar a su fundador. El análisis de algunas de estas obras de inspiración fascista nos permitirá comprobar hasta qué punto el ideario político penetró en estas muestras narrativas y de qué manera. Seguiremos para ello el siguiente esquema: