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FILOSOFIA LATINOAMERICANA: ¿POSIBILIDAD O REALIDAD? 249 Es besteht überhaupt kein Recht, in dieser Weise zu schätzen. Platons Denken ist nicht vollkommener als das des Parmenides. Hegels Philoso­ phie ist nicht vollkommener als diejenige Kants. Jede Epoche der Philo­ sophie hat ihre eigene Notwendigkeit. Daß eine Philosophie ist, wie sie ist, müssen wir einfach anerkennen»1. Y obligado es, en este contexto, recordar también a Ortega y Gasset quien nos había prevenido ya mucho antes contra la inocencia implicada en eso que se suele designar con el título de «historia de la filosofía», porque en ella se ignora lo realmente decisivo e importante de la filosofía, a saber, que es un quehacer que se hace en constante cuerpo a cuerpo con la vida y con circunstancia en la que ya desde siempre nos encontramos estando. El contexto de cada filosofía es algo esencial a esa filosofía, pues «pensar es dialogar con la circunstancia»2. Ahora bien: si, como se desprende de la negación de ese principio postulador de una filosofía en cuanto tal, cada filosofía engendra consigo misma su propia necesidad dándose la forma que la define en esa y no en otra forma justo en base a necesidades circunstanciales , es legítimo entonces partir del supuesto de que la pregunta por el específico peso filosófico de una filosofía determinada representa un acceso, y no un impedimento, para llegar a lo preguntado cuando, y sólo cuando esa pregunta brota en sintonía con el ambiente de la filosofía puesta en cuestión. Esto, que, a falta de mejor expresión, queremos dejar apuntado aquí con el nombre de inserción ecológica del preguntar filosófico y entre cuyas consecuencias posibles se encuentra ciertamente la posibilitación de un giro corrector de aquella convicción que quería convencernos de que el preguntar filosófico debía y tenía que ejercerse «sin consideración», es lo que constituye el eje central de nuestro desde donde o punto de vista desde el que ensayamos tratar el tema en discusión. Se entiende que de esta suerte estamos optando por un «punto de vista» que es ante todo consciente de ser «vista desde un punto» y que, por eso mismo, en su ver o cuestionar no puede menos que tener en consideración ese «punto» donde está, donde toca fondo a la manera de una estructura fáctica que no le es dado ni remontar ni reconstruir ni mucho menos, recuperar fundacionalmente desde sí mismo. En el «punto de vista» representa el «punto», siempre e irremediablemente, una hipote­ ca de facticidad cuyo saldo queda permanentemente abierto. Concretando 1. Martin HEIDEGGER, «Das Ende der Philosophie und die Aufgabe des Denkens», en Zur Sache des Denkens, Tübingen 1969, 62. 2. José ORTEGA Y G asset , «A <Historia de la Filosofía», de Emile Bréhier», en Obras Completas , tomo 6, Madrid 1983, 391.

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