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FILOSOFIA LATINOAMERICANA: ¿POSIBILIDAD O REALIDAD? 263 variar entonces en sus figuras históricas concretas, pero sobre la base siem­ pre del arraigo dialogante y reflexivo en su realidad histórica correspon­ diente. La radical historicidad de la filosofía latinoamericana no significa la eliminación de todo criterio para juzgarla desde dentro y cuestionarla pre­ cisamente en su forma de configurarse como tal, es decir, como filosofía latinoamericana. No, significa más bien que ese criterio está sujeto también al proceso histórico y que es desde el grado de clarificación alcanzado en él desde donde hay que preguntar cómo se tiene que realizar en ese mo­ mento o época una filosofía que se pretenda realmente latinoamericana. Así, por ejemplo, y limitándonos a la actualidad de nuestros días, sería desde el grado de conciencia alcanzado en el proceso o movimiento histó­ rico de apropiación de la realidad latinoamericana en su diferencia, esto es, desde el nivel histórico-cultural de comprensión actual, desde donde habría que preguntar por la figura concreta en que se realiza hoy la forma de filosofía contextualizada e inculturada en América Latina. Dicho en términos más sencillos: sobre la base del conjunto de conocimientos que componen nuestra conciencia crítica de la realidad latinoamericana actual, habría que preguntar por la forma de filosofía que en su figura histórica se sistematiza hoy como una reflexión de los problemas de su tiempo y cir­ cunstancia y que se cumple, además, a la altura de su tiempo. Para nosotros, personalmente, la respuesta a esa pregunta que interroga por la figura en que se realiza hoy una filosofía latinoamericana, se encuen­ tra en la filosofía de la liberación. Esta es la figura, a nuestro sentir, en que se encarna hoy la forma de una filosofía que realiza la historicidad del principio de contextualización e inculturación en América Latina, porque es ella la que en su articulación manifiesta que, usando los conceptos de Alberti, sale de nuestras necesidades y se aplica a contribuir a la solución del problema de los destinos de América Latina. El obvio que la fundamentación cabal de nuestra opinión nos llevaría a un bloque de problemas cuyo tratamiento superaría con mucho los lími­ tes, y también la intención del presente trabajo. Permítasenos pues remitir para ello a otros estudios13 y limitarnos aquí a una modesta ilustración de la peculiaridad latinoamericana de la filosofía de la liberación, que será —así esperamos— al mismo tiempo una manera de mostrar algunas de las razones que apoyan nuestra opinión. 13. Cfr. Raúl FORNET-BETANCOURT, Problemas actuales de la Filosofía en Hispanoaméri­ ca, Buenos Aires 1985 y también nuestro ensayo «La filosofía de la liberación en América Latina», en A. G üY - A. HEREDIA y otros, Filosofía de Hispanoamérica , Barcelona 1987, 123-150.

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