PS_NyG_1992v039n002p0215_0230

SOBRE LA CONCEPCION KANTIANO-POPPER1ANA DE LA CIENCIA 229 verdad de sus consecuencias, lo cual sólo es permisible cuando son verdaderas todas sus consecuencias. En efecto, sólo a un fundamento puede deberse este último caso, fundamento que, consiguientemente, es también él verdadero. Ahora bien, este procedimiento es impracticable, pues el ver todas las consecuencias de cualquier proposición que adoptemos es algo que excede nuestra capacidad. Este tipo de inferencia es, no obstante, empleado —si bien, naturalmente, con cierta indulgencia— cuando sólo se trata de demostrar algo como hipótesis, admitién­ dose entonces la conclusión en virtud de la analogía siguiente: si todas las conse­ cuencias ensayadas concuerdan con un fundamento supuesto, todas las demás consecuencias posibles tienen que concordar igualmente con él. Por ello nunca se puede, por este camino, transformar una hipótesis en una verdad demostrada. El modus tollens de los razonamientos que van de las consecuencias a los funda­ mentos, no sólo demuestra rigurosamente, sino además, con gran facilidad, pues basta que pueda extraerse de una proposición una sola consecuencia falsa para que tal proposición sea también falsa. En vez de recorrer, pues, en una demostra­ ción ostensiva toda la serie de fundamentos que pueden conducirnos a la verdad de un conocimiento mediante una exhaustiva comprensión de su posibilidad, sólo necesitamos encontrar una sola consecuencia falsa entre las que derivan del conocimiento opuesto para que este opuesto sea también falso y para que, consi­ guientemente, sea verdadero el conocimiento que se trata de probar». Y es un pensamiento que flota a lo largo de toda la Crítica aquel que aparece explícitamente al comienzo del capítulo segundo de la segunda parte, a saber, que si por un lado parece humillante para la razón humana el hallarse sometida a límites, es en cambio ella misma quien los descubre, no admitiendo otra censura que la que de sí misma procede. El mayor provecho de la filosofía de la razón pura es sin duda negativo, como que se trata de una «disciplina» que «en vez de descubrir la verdad se contenta con prevenir los errores». C o r r e s p o n d e n c ia s o r t e g u ia n o p o p p e r ia n a s e n t e o r ía d e l a c ie n c ia A mi entender una de las influencias más decisivas en el pensamiento orteguiano es la kantiana, proveniente tanto de la lectura directa de Kant, cuanto de su convivencia con los grandes neokantianos de Marburgo. Por otra parte Ortega admiró muy pronto la obra de Einstein e incluso llevó el agua de la teoría de la relatividad a su molino, como quedó de manifiesto en El tema de nuestro tiempo. Como por otra parte Popper siempre se consideró kantiano no orto­ doxo, y para él Einstein fue, como Newton para Kant, la personificación misma de la ciencia, de ahí que inevitablemente, al reflexionar indepen-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz