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EL SACERDOCIO EN EL SINODO 1990 205 modernidad o posmodernidad. El problema está más a fondo, dijo: en el corazón mismo del cristianismo, que es la única cosa que puede seguir interesando de verdad al hombre inquieto y desencantado de nuestro tiem­ po; y dijo textualmente a este respecto: «Si buscamos la verdadera novedad del Nuevo Testamento, el mismo Cristo viene a nuestro encuentro. Esta novedad no consiste tanto en ideas o reflexiones nuevas. La novedad es una persona: Dios que se hace hombre y atrae hacia sí a los hombres». Y luego añade: «La fe no es algo que el hombre invente; el hombre no se convierte en cristiano por su meditación o por su honestidad moral. Su conversión tiene siempre un origen exterior: es un don que le llega siempre de un otro, de Cristo que le sale al encuentro»45. Participación del sacerdocio de Cristo Lo había dicho ya el Concilio Vaticano II fundamentalmente y poco más se ha podido añadir sobre el núcleo de esta cuestión (sínodos inclui­ dos) aunque somos partidarios de que se den existan en esta etapa poscon­ ciliar: «El sacerdocio de los presbíteros supone los sacramentos de la ini­ ciación cristiana pero se otorga con un peculiar sacramento con el que los presbíteros, con la unción del Espíritu Santo son sellados con un carácter especial y de esta manera se configuran con Cristo Sacerdote de forma que puedan actuar en la persona de Cristo Cabeza » 46. Pero esta frase, que nosotros subrayamos, no es final, sino inicial para todo sínodo sobre este tema, vital para la Iglesia y para la sociedad (de estos dos milenios y de los que vengan). Crisis de vocaciones y confianza en Dios Una de las novedades de este sínodo es también la entrega de toda la documentación, no sólo las proposiciones, al Papa: también los «Linea- menta», el «Instrumentum laboris», Relación introductoria y de balance, las de los círculos menores y hasta las propuestas particulares fuera de la lista común. También un estudio, mejor dicho una descripción de la situación del mundo actual (en que se encuadra la formación y actuación del sacerdote): con sus sombras y luces (con la confianza en Dios, en medio de aquellas dificultades, de que el Señor de la miés enviará obreros siempre y en toda 45. Ibid., cois. 2-3. 46. CONC. VAT. II, Presb. Ord., n. 2.

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