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EL SACERDOCIO EN EL SINODO 1990 203 estudiado en otras partes) llegan a estas latitudes y deben prepararse allí para trabajar en este contexto»42. 6. Principal preocupación del obispo ha de ser promoción vocacional, según el Cardenal Gantin, antiguo arzobispo de Cotonou (Benín) y ahora prefecto de la Congregación de obispos: para elegirlos como tales, se re­ quiere, dice, la reconocida capacidad de un sacerdote de dar impulso y vida a una pastoral vocacional eficaz... llamándose a esta como prioridad de prioridades, de las preocupaciones y de los desafíos de la Iglesia: la forma­ ción délos futuros sacerdotes43. 7. Sacerdotes que estén... consagrados a evangelizar y vivir en medio del pueblo llano, se pide una y otra vez; haciendo extensiva esta preocupa­ ción a las Facultades y Seminarios europeos donde se forman muchos de los misioneros africanos, nativos o no: «no siempre vuelven en condiciones adecuadas...». 8. Pastoral vocacional y familia : algunos, no pocos sinodales, enlazan la pastoral vocacional con la familiar con toda razón (que apenas hace falta explicar, dada la infuencia de los padres en la educación y formación de los componentes de la familia). 9. Relación también con la comunidad cristiana y eclesial de la que procede (de comunidades vienen y a comunidades se destinan y van las vocaciones sacerdotales): no ha de perderse este origen y destino comunita­ rios. El sacerdote es para una comunidad que evangeliza y sirve (obispo de Oudtshoorn, Sudáfrica). 10. Los seminarios deberían ser comunidades educativas y lugares de profunda espiritualidad abiertos a las exigencias de los tiempos insistiendo sobre la espiritualidad sacerdotal que en resumidas cuentas se ha formula­ do en el sínodo diciendo que «hay que vivir en Cristo para comunicar a Cristo». ¿Y la dimensión eclesiológica? Que ésta sea viva y vital: que se formen «hombres de la comunidad, servidores de la iglesia-familia», «sien­ do constructores y garantía de reconciliación dentro de la comunidad» (y de la Iglesia). Que «el seminario sea una escuela auténtica de virtudes sacerdotales»: «lo que la Iglesia necesita hoy son obispos y sacerdotes auténticos seguidores y discípulos de nuestros grandes santos» (Arzobispo de Gitega, Burundi). 11. Muchos obispos han insistido en el espíritu de oración como el modo más eficaz para promover y formar las vocaciones sacerdotales; para 42 . Ibid. 43 . Ibid.

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