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LA PARROQUIA, ESTRUCTURA EVANGELIZADORA 159 honestos en el reconocimiento de deficiencias. Pero la honestidad lleva a confesar que los ordenados, generalmente, están al servicio del pueblo, presentes e insertados entre los «suyos», procedentes de sectores, pro­ fesiones y situaciones personales y económicas dan distintas y diversas. Algunos de los ordenados realizan el servicio sacerdotal insertados real­ mente entre los más pobres y todos, respondiendo al reto de la Iglesia actual, buscan, en su acción, estar y atender a los pobres de su «pueblo». E independientemente de la generosidad del párroco, la parroquia como tal se impone esa línea de opción por los más pobres de entre aquellos que constituyen la institución parroquial o donde la misma actúa en fun­ ción evangelizadora. 1.6. La parroquia escuela de formación para el seguimiento de Cristo Quede bien claro que el esfuerzo de formación, nota cuarta entre las tantas que caracterizan la parroquia evangelizadora, no puede limitarse a una orientación que permita un mayor y mejor conocimiento de Cristo, del hecho religioso y de los contextos de hoy de Dios. Debe ir orientada a la conversión y, tras la conversión, a la vivencia de la vida de fraternidad —solidaridad—, cristiana. Para poder vivir con alegría y fuerza atractiva el mensaje cristiano hace falta que los feligreses tengan conocimiento de las realidades eclesiales y de los cambios de contexto socio-político en que se mueve la propia exis­ tencia. Por ello será necesario que la parroquia ofrezca foros de encuentro para quienes buscan una buena formación en orden a una presencia cristia­ na en la vida pública. Y, como por muy buenas que puedan ser todas las acciones formativas, dirigidas a la inteligencia, no son suficientes, la parroquia deberá organizar aquellos servicios que pongan de manifiesto la riqueza espiritual del grupo. Anto todo, aquellos que faciliten la experiencia de vida humana que estima y valora las relaciones interpersonales y, luego, las instituciones que se preocupan de las situaciones de necesidad que afectan a la vida del grupo, tales como Cáritas, y las que se comprometen con la defensa de la dignidad del hombre y respecto de sus derechos, entre los que habrá que incluir el de la vida y la enseñanza, la libertad y la democracia, etc., y la ecología. Es decir, potenciar lo comunitario. Cerramos estas breves líneas sobre la parroquia, escuela de formación para el seguimiento de Cristo hoy, en el mundo actual, trayendo a colación el canon 528 que recuerda el tema y enumera una serie de deberes del párroco a este respecto.

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