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LA PARROQUIA, ESTRUCTURA EVANGELIZADORA 165 dad en favor de los pobres, misiones populares, consideradas, aún hoy, insustituibles27. Actualmente esa presencia e inserción se traduce e inter­ preta, como para toda la Iglesia renovada, en opción preferencial y solida­ ridad para con los pobres28. Podría concretarse, en servicio a aquellas parroquias situadas en lugares descristianizados y en tierras de misiones, o simplemente en el cultivo de un tipo de parroquia, donde los cristianos aprenden a reunirse para reflexionar juntos sobre la vida y marcha de la misma parroquia, y también sobre los problemas del barrio o zona. Se trataría de «potenciar más las Asambleas parroquiales cuidando mejor su preparación, estimulando la participación amplia de todos, experimentan­ do las diversas posibilidades que ofrece. Hay bastantes cristianos que no tomarán parte en pequeños grupos o actividades parroquiales pero acudi­ rán a estas Asambleas»29. 2. L a s parroquias servidas por los capuchinos Existe un movimiento importante de renovación de las parroquias como centros de evangelización. Una de las exigencias del mismo es la aceptación del ministerio parroquial por los institutos religiosos y por los sacerdotes pertenecientes a los mismos, deseosos de introducirse y tomar parte en el nuevo empeño evangelizador30. El modelo de parroquia que este movimiento está generando es el de la institución que consigue transformar un determinado ambiente, humani­ zar una realidad social concreta y hacer presentes y operativos los valores del Reino en la sociedad. Faltan gestos colectivos y tomas de posición de la parroquia ante situaciones y hechos sociales claramente contrarios al Evangelio. La mayoría de las parroquias impulsan a sus fieles a una conducta cristiana correcta y un testimonio de vida ejemplar, pero no logran llevarlos a comportamientos y compromisos más transformadores31. 27. Espíritu y enseñanza , 301 ss. 28. Remitimos al lector a los textos de los Consejos Plenarios de la Orden de Hermanos menores capuchinos, tercero, Mattli: Vida y actividad misionera , y quinto, Garibaldi: Nuestra presencia profètica en el mundo. Vida y actividad apostólica. 29. AA.W ., Congreso «Parroquia evangelizadora », 149. 30. Los religiosos asumen, hoy, funciones parroquiales, de forma indescriminada. A nuestro juicio, son varias las razones, escribíamos ya hace años. Cfr. S. A ra, L os hermanos menores capuchinos y el ministerio parroquial , 276ss. 31. Cfr. AA.VV., «Congreso» Parroquia evangelizadora, 171.

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