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CONTEMPLACION Y SEGUIMIENTO DE CRISTO POBRE Y CRUCIFICADO 75 es la vena fecunda y restauradora que transforma el madero de muerte en árbol de la vida»278. Buenaventura nos ha dejado un breve escrito titulado De praeparatione ad Missam , donde, con sugestivas imágenes, une teológica y poéticamente cruz y eucaristía: «Pues el pan significa aquel cuerpo triturado y molido y amasado en la pasión, cocido y asado con el fuego del amor divino en el horno y ara de la cruz. Y el vino significa la sangre, que fue exprimida en el lagar de la cruz de la uva»279. • Por la cruz a la gloria y armonía de todo el universo La síntesis gloriosa se realiza en el retorno al Padre, en la comunión que no conoce separación, en la presencia, en la adoración, en la proclamación de la santidad de la Trinidad. Pero el paso a la gloria se da a través de la pasión. La transfiguración está centrada en la experiencia pascual. El Lig- num vitae se convierte en el signo de la bienaventuranza y la paz eterna. En la segunda sección de las Collationes in Hexaemeron, el Verbum crucifixum es presentado como el médium cósmico. En él el cosmos y la historia en­ cuentran su centro y son conducidos a una maravillosa síntesis y armonía. Buenaventura ve la cruz, como árbol de la vida, unido inseparablemen­ te al centro de la Iglesia, como estructura portadora y signo comunicante de la vida divina. A la sombra del árbol de la vida se extiende todo el universo y se recompone en armonía280. El árbol de la vida simboliza toda la creación, vivificada en el Hijo de Dios, que es el Lignum vitae por antonomasia. La cruz con sus 4 brazos indica todas las direcciones del universo: al centro de la Cruz está Cristo. Comentado Ef 3, 18-19, Buena­ ventura dice que las cuatro dimensiones son «la cruz dichosa, de la que tú alma consagrada debes permanecer constantemente pendiente con tu dulce esposo Jesucristo, en contemplación»281. Así, se convierte en un árbol inmenso que recoge en sus ramas a todos los creyentes y en ellos, todo el universo, transformándolo en Iglesia de Cristo. Es el árbol de la vida plantado en medio del paraíso eclesial282. Es un árbol vivo y vivificante, rico de frutos, para todos los que lo aman283. 278. C. del Z otto , o. c., 22 1. 279. Praep ., 1, 2. 280. Esta idea ha sido estudiada y desarrollada ampliamente en C. DEL ZOTTO, La teolo­ gía dell’imagine in San Bonaventura , Vicenza 1977, 232-238. 281. Sol., prol. 282. Cfr. II Sent., d. 29, dub. 2. 283. In Le. C o m 23.

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