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66 LUIS RODRIGUEZ CHILAN «Entonces serán abiertos los libros de las conciencias, y abrirse ha también el Libro llamado de la vida. Con esto, en un instante y a la vez, los secretos de cada cual querdarán patentes a todos con entera claridad y certidumbre, por manera que, contra el testimonio de la verdad que habla en Cristo y las deposi­ ciones de la conciencia individual, no habrá lugar a excusas» (41). Y sobre todo son libros, donde los hombres pueden leer el corazón de Dios. Pero Cristo es el verdadero libro mediador y reductor245. Libro es testificación y comunicación de Alguien para alguien. Acto de un sujeto que quiere darse a conocer a otro, para ser leído y aprendido. A través del libro, como signo y presencia eficaz, encontrará el lector la persona de quien lo ha escrito246. El líber vitae es la luz que Dios da a cada hombre para que pueda leer los libros creature y Scripturae. Ya Hugo de san Víctor identificaba líber vitae con lignum vitae. Cristo es ambos, escrito a doble página, por dentro y por fuera, abierto para que leamos en su humanidad y en su divinidad 247. Buenaventura hace hablar así al Jesús crucificado: «Léeme, soy el libro de la vida escrito por dentro y por fuera. Lee y entiende»248. Cristo crucificado es el libro que Buenaventura lee, estudia y reproduce en su vida y teología. Es esto lo que Buenaventura ha querido encerrar sintéticamente en el libro del Lignum vitae. • La cruz: historia del amor trinitario Buenaventura centra su teología trinitaria en la teología del Crucifica­ do249. Buenaventura sitúa la cristología en su función originaria de ser la clave interpretativa de toda la realidad, tanto de Dios como del mundo. Así, el verdadero centro de su cristología es la Trinidad. Es un cristocen- trismo subordinado a la visión trinitaria. Es reflejo de la Trinidad y regreso a la misma250. 245. Cfr. Red. 8. 246. Cfr. Brev. 2, 11; O. GONZÁLEZ DE CARDEDAL, Misterio trinitario y existencia huma­ na. Estudio histórico y teológico en torno a san Buenvantura , M adrid 1966, 46. 247. Cfr. H ugo DE S an VICTOR, De Arca Noe morali , 2, 8 (PL 176, 641). 248. V. M.y 24, 2; Buenaventura en su Sermo de mysterio redemptionis nostrae (IX, 259-267) habla expresamente de la cruz de Cristo y dice que en ese «libro» debemos conti­ nuamente meditar, porque la cruz es la llave (llave de David) que nos ayuda a comprender toda la Escritura. Y nos lleva al gran amor hacia Dios, según los ejemplos de san Pablo y san Francisco. 249. Cfr. N. MüSCAT, o . c., 64; H. U. VON BALTHASAR, Discurso con motivo de la recep­ ción del premio Pablo VI, en Communio 10 (1988) 289-291: «No hay cristología sin Trinidad y viceversa». 250. Cfr. O. G o n z á le z d e C a r d e d a l, o . c., 19.

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