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12 LUIS RODRIGUEZ CHILAN ticos2. Recogemos aquí con carácter introductorio los resultados de estos acercamientos sectoriales a la obra. En cuanto al año de su composición, los estudios más autorizados apuntan a 12603, un año después de la composición del Itinerarium mentís in Deum y del tratado De triplici via , dato muy significativo y relevante ya que se pueden descubrir coincidencias en el contenido y construcción de ambos escritos. El manuscrito se conserva en la Biblioteca Comunal de Perugia (códice 280 del siglo XIII), junto a un diseño (miniatura) que representa el título y contenido de la obra. Esto parece indicar que es anterior a la muerte de Buenaventura. Puede ser que con este dibujo Buenaventura, como explica en el prólogo4, haya querido facilitar la captación del contenido de su escrito. También se encuentra reproducido pictóricamente en el refectorio del convento de la S. Croce de Florencia, por un pintor del siglo XIV: Francesco di Volterra. Una de las genialidades de este opúsculo es la de sintetizar artística­ mente su contenido precediéndolo de una imagen ilustrativa del árbol de la vida y acompañándolo de estrofas a las cuales el mismo Buenaventura había puesto música. El árbol de la vida es el árbol de la cruz del que pende Cristo, el dulce fruto que en este árbol alcanza una sabrosa madu­ rez y que de muchas formas alimenta a las almas5. Red. : De reduciione artium ad Theologiam; Regim.: De regimine animae; Scient.: De sdentici Christi; I-IV Sent.: commentarius in Sententiarum libros IV Vetri Lombardi; Serm.: Sermones; Sol.: Soliloquium; T.V.: De triplici via; V.M.: Vitis mystica. 2. P. AMADEI, II «lignum vitae» di S. Bonaventura. Natura e lingua , tesis mecanografiada, facultad de magisterio, Roma 1966. 3. B. D istelbrink , Bonaventurae Scripta authentica dubia vel spuria critice recensita, Roma 1975, 26-27; J. G. BOUGEROL, St. Bonaventure e la sagesse chretienne , Paris 1963, 182. E. JALLOGHI, Ritmi latini di Bonaventura , Roma 1915, 157. Este autor sitúa la fecha de composición en la juventud de Buenaventura, en su noviciado. Pero, tal como señala Bouge- rol, las razones que aporta son insuficientes. Según Bougerol tiene que ser posterior por la perfección de su estilo y por el fin que persigue: el perfeccionamiento de la vida espiritual. Pertenece además a la fase bien definida de toda la concepción bonaventuriana que aparece en el De tríplice via. 4. L.v.y prol. 2: «la imaginación favorece a la inteligencia». Los textos del Lignum vitae los tomamos de la versión española: Obras de san Buenaventura , edición de L. Amorós, B. Aperribay y M. Oromí, B.A.C., 6 vols., Madrid 1946-1956. 5. Este símbolo del árbol de la vida referido a la cruz es una de las figuras claves de toda la teología de Buenaventura. Lo encontramos desde el Comentario a las Sentencias hasta sus