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CONTEMPLACION Y SEGUIMIENTO DE CRISTO POBRE Y CRUCIFICADO 61 teología del amor que se humilla220. Cristo hace suyo nuestro calvario y por amor muere en nuestra cruz. La tesis franciscana y, por lo tanto, de Buenaventura, es que la pasión es la gran prueba del amor221. La teología bonaventuriana de la cruz acentúa algo que ya había señala­ do Abelardo: la cruz como llamada existencial del amor222. Buenaventura acepta la teoría anselmiana de la satisfacción vicaria, corrigiéndola con la afirmación de que Dios podría haber salvado la humanidad también con un simple acto de misericordia 223. Ve en la pasión sólo el modo más conve­ niente entre los posibles. Buenaventura, viendo el pecado como tendencia al no ser, como una parcial destrucción de la creatura, dice que la reden­ ción es como una nueva creación, que restablece la imagen de Dios en el hombre. Esto lo desarrolla en sus obras no escolásticas, como podemos entrever en la estructura y el desarrollo teológico del Lignum vitae y otros opúsculos místicos. Se trata del influjo de Cristo como ejemplo y testimonio, como transformación interna de las facultades humanas. Cristo, ser perfecto, comunica la participación en su vida a los hombres. Buenaventura explica la cruz desde una teoría historicista y trinitaria, con lo que, de alguna forma, resta importancia a la teoría expiatoria o de satisfacción jurídica predominante en la época224. Guardini ha resaltado esta unidad entre una soteriología bonaventuria­ na de satisfacción ético-jurídica y una re-creación a la vez óntica y personal. Aquí el interés está en que la cruz no es sólo una vía, un medio cualquiera para llegar a la salvación, sino un ejemplar, en cuya participación, en un cierto sentido, está ya el inicio de la salvación. Desgraciadamente Buena­ ventura ha puesto las premisas epistemológicas y sistemáticas, pero no las ha desarrollado explícitamente225. 220. lmit. 9: «La caridad con que nos amó le trajo del cielo a la tierra; la caridad fue la cuerda que le tuvo atado a la columna cuando era cruelmente azotado»; Praep. 10: «Su incendio de suma caridad, por el cual la suma bondad padeció por ti el oprobio de la cruz». 221. Teoría que no deja de estar presente en la teología actual, cfr. W. K asper , Jesús, el Cristo , Salamanca 1984, 242: «La cruz es lo máximo posible a Dios en su amor que se otorga; es el id quo maius cogitari nequit , la autodefinición de Dios que ya resulta insuperable». 222. Cfr. R. GUARDINI, Die Lehre des hl. Bonaventura von del Erlösung. Ein Beitrag zur Geschichte und zum System des Erlösungslehre , Düsseldorf 1921. 223. Cfr. IHSent. d. 20, q. 2. 224. Cfr. M. F lick - S. A lszegh y , Mistero della croce. Saggio di teologia sistemática , Brescia 1978. 225. De ahí que una lectura atenta de obras como el Lignum vitae puede intuir detrás de las insinuaciones una concepción soteriológica muy afín al pensamiento contemporáneo. Un intento de demostrar esto lo encontramos en K. HEMMERLE, Theologie als Nachfolge. Bonaventura, ein Weg für heute , Freiburg 1975.

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