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40 LUIS RODRIGUEZ CHILAN los estratos del itinerario cristiano de retorno a la unidad y al origen en Dios. Esta es la síntesis que refleja en obras como el Lignum vitae. Buenaventura es hijo de un contexto cultural dominado por la cosmovi- sión cristiana y donde la razón todavía está al servicio de la teología. Par­ tiendo de estas coordenadas culturales, Buenaventura se presenta como uno de los intentos mejor logrados de conciliación entre razón y f e 118. Es tam­ bién hijo de su tiempo en el esfuerzo por crear un sistema unitario del saber donde todo el pensamiento humano se integre en una cosmovisión ordenada y única dominada por la cosmovisión cristiana. A todo esto hay que añadir el interés personal de Buenaventura por alcanzar la unidad y la paz en Dios, que sólo es posible, según él, a través de la experiencia mística. Los esquemas cristológicos en Buenaventura, son en buena medida, encuadrables en el esquema metafísico de regreso a la unidad. Son esque­ mas derivados del platonismo y del neoplatonismo, pero que en Buenaven­ tura adquiere un valor histórico-salvífico, impensable en sus fuentes origi­ nales y difícilmente logrables en el Pseudo-Dionisio. Para Buenaventura, la historia no es sólo un conjunto de acontecimientos, sino que tienen una dimensión salvífica. La historia se puede interpretar teológicamente119. El platonismo, como especulación y ascesis, entendía el mundo y al hombre dentro de un sistema relacionado con un origen y con una meta final. El principio platónico del exitus-redditus está en el centro de la meta­ física bonaventuriana que gira alrededor de los conceptos de emanación de la multiplicidad a partir del uno, de la teoría del ejemplarismo y del retorno de lo mútliple al uno120. Buenaventura reivindica el retorno del hombre de la disgregación espe­ culativa a la unidad; una reductio ad unitatem que envuelve al individuo en su totalidad de ser humano121. En el fondo sus preguntas son éstas: ¿cuál 118. El punto de unión y de partida de toda filosofía y teología es, para Buenaventura, Cristo, «en el que están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y la ciencia divina. Cristo es médium omnium scientiarum» ( Hex. 1, 11). 119. Buenaventura continúa una trayectoria de pensamiento iniciada por la primera es­ cuela franciscana de París: tomar la historia de la salvación como punto de partida. Cfr. J. RATZINGER, Die Gescbicbtstheologie des heiligen Bonaventura , Munich 1959. 120. Hex., 1, 17: «Señor, he salido de Ti, vuelvo a Ti por Ti. He aquí toda mi metafísica». 121. E. GlLSON, La Filosofía de san Buenaventura , Buenos Aires 1948, 396: «La doctrina de Buenaventura marca el punto culminante de la mística cristiana y constituye la síntesis más completa jamás realizada. Una metafísica de la mística cristiana, tal es el término último hacia el cual ha siempre tendido este pensamiento»; T. LARRAÑAGA, Intorno al Cristocentrismo místico di San Bonaventura , en Incontri Bonaventuriani 6 (1970) 139: «Buenaventura ha senti­ do dos impulsos fundamentales de unidad que encierran toda su producción: uno de carácter especulativo, intentando unificar todos los conocimientos humanos en la teología y otro que responde a una actitud práctica hacia la unificación del pensamiento con la vida, haciendo que la teología se transforme en amor, en deseo de unión con Dios. Es éste el objeto de la

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