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CONTEMPLACION Y SEGUIMIENTO DE CRISTO POBRE Y CRUCIFICADO 27 Para Buenaventura teólogo, la conformidad es obra de la gracia61, con­ formidad a Cristo crucificado que nos hace volver a adquirir la conformi­ dad con la divinidad, perdida por el pecado. Y, para Buenaventura místi­ co, la conformidad es la transformación en Cristo obra del amor y prepara­ da por el deseo que el Espíritu Santo suscita en nuestros corazones. El estilo y el método para llegar a la conformidad con Cristo es, para Buenaventura, la relación personal, íntima, de tú a tú, con Cristo, en la contemplación atenta y amorosa de sus misterios, sobre todo de su pasión, tal como se desarrolla delante de nuestros ojos. Buenaventura presenta a san Francisco como el hombre marcado por la gracia de Dios que por la contemplación de Cristo crucificado recorre su camino espiritual hasta identificarse con Cristo. Es un proceso de transfiguración. La nota de la conformidad es dominante en los escritos de Buenaventu­ ra, sobre todo en los místicos como De quinqué festivitatibus pueri Iesu y el Lignum vitae. En ambos se trata de concebir a Cristo en nosotros, darlo a luz con las buenas obras y ofrecerlo al Padre para hacer nacer en noso­ tros una criatura nueva, conforme a Cristo, que presentada al Padre, él pueda reconocer en ella las señales de su Hijo querido. Lo que interesa es la dinámica y el modo de acercarse a Cristo, modelo no frío ni externo, sino íntimo a nosotros, vivo y vivificante. Es una forma imaginativa y dramática, en un tú a tú, que se hace más claro y eficaz en el Lignum vitae , donde el verdadero adorador de Dios debe llevar siempre en la mente y en el cuerpo la cruz de Cristo «con vitalidad de memoria, con profundidad de intelecto, con voluntad amorosa» (prol. I )62. El misterio porta el fruto de la fe para poder acercarnos al mismo misterio. Buenaventura escribe mucho sobre el poder unitivo y transfor­ mante de la fe. Ella hace habitar a Cristo en nuestros corazones, lo genera en nosotros, nos reconduce al paraíso, o sea, nos humaniza y diviniza a un tiempo, haciéndonos contemporáneos y presentes al camino recorrido por Cristo. La fe es participación con el misterio Pascual, es aquella aventura única en la que el Hijo de Dios, entrando en nuestra historia, ha rehecho y perfeccionado al hombre y al mundo63. Sólo mediante el sacrificio de la cruz será posible gustar los frutos del árbol de la vida y aprender ciertas virtudes del Cristo sufriente y crucifi- 61. Buenaventura desarrolla los grandes argumentos sobre la gracia y el valor relativo de la acción cristiana en Alis., cc. 3 y 4. 62. Cfr. O. MONTEVECCHI, La conformità a Cristo negli Opusculi mistici di S. Bonaventu­ ra , en Incontri Bonaventuriani 3 (1967) 115-129. 63. Cfr. Itin., 4, 2-8; 7, 1-6; V. M., 24.

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