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LA NOVELISTICA ITALIANA DURANTE EL VEINTENIO FASCISTA 357 años, del 1919 al 1921, dicho movimiento político se extiende a toda Italia y en noviembre de 1921, Mussolini es ya el Jefe del Partido Fascista. El germen inicial de la marcha sobre Roma está ya, implícitamente, en la crisis de pensamiento y voluntad que llevó a Mussolini a desertar de las filas del socialismo. El 22 de octubre de 1914 Mussolini está ya fuera del partido Socialista y, por tanto, libre para lanzar un llamamiento a la juven­ tud, para inculcar en ella el arrojo necesario, para llevar a cabo la «rivolu­ zione» que habría de liberar a Italia: «È a voi, giovani d ’Italia, giovani delle officine e degli atenei, giovani d’animo e giovani di spirito, giovani che appartenete alla generazione, cui il destino ha commesso di fare la storia: è a voi che io lancio il mio grido augurale, sicuro che avrà nelle vostre file una vasta risonanza di echi e di simpatie...»7. E1 camino del fascismo hacia la conquista del poder pasa por la opera­ ción «marcia su Roma», obra maestra de estrategia política, organizada por los jefes del movimiento fascista y encabezada por Benito Mussolini, que llevó a éste hasta la Jefatura del Gobierno italiano. Italia, dividida y amedrentada ante el desgaste de poder de unos políti­ cos ineficaces, se mostraba flexible y fatalista ante la ascensión del fascis­ mo. Por su parte Mussolini, que veía cercana la hora de hacerse con el poder de la nación, se demostraba respetuoso y hasta elogiador de todo aquello que tuviese fuerte raigambre en la conciencia del pueblo italiano, la Corona, por ejemplo, con lo que logró tranquilizar las conciencias de muchos: Mussolini no constituía una amenaza, no pretendía destruir las instituciones porque representaba «la continuità storica della nazione»8. A los componentes de la marcha sobre Roma9 se les dio la orden de ocupar todos los edificios públicos evitando choques con el ejército. El temor de una lucha cruenta entre el gobierno de la nación y las columnas fascistas quedó disipado con la noticia de que el Rey había aceptado la dimisión del Gobierno Facta y no había querido firmar, autorizando, la situación de asedio que el gobierno dimisionario le había presentado. Víctor Manuel III, ante el peso de los acontecimientos y la exigencia de Mussolini de un poder sin restricciones, le encargó la formación del Gobierno, y es de suponer, que fue el miedo del Parlamento quien, en definitiva, le concedió poderes dictatoriales. 7. Benito MUSSOLINI, Audacia, en Popolo d’Italia, 1.°, 22-10-1914. 8. La unidad italiana en torno a los Saboya era reciente y de honda tradición piamontesa. 9. La operación, llevaba a cabo por unos 40.000 fascistas se desarrolló entre el 27 y el 28 de octubre de 1922.

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