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356 SOLEDAD ANAYA MARTINEZ Queremos precisar algo que que nos parece de sumo interés: son mu­ chas las novelas objeto de nuestra atención y de aplicar rigurosamente los esquemas y los planteamientos de la Narratología, el resultado arrojaría una tediosa y monótona reproducción del mismo esquema aplicado tantas veces como novelas nos proponemos estudiar. Aspecto, voz ., modo y tiempo , entre otros conceptos narratológicos, como módulo reiterado, convertiría nuestro trabajo en un frío índice. Cuando parezca aconsejable, nos acerca­ remos a la obra como producto resultante de elementos que configuran una trabazón y una coherencia interna; es decir, estudiaremos, en esos casos, la obra como algo que tiene valor por sí mismo, desde presupuestos inmanentistas y esto sin desdeñar el dato externo en su justo sentido. Sólo así, en nuestra opinión, estaremos en condiciones de ofrecer un conjunto más vivo de la novela de un período histórico en el que, junto a la grandeza ciclópea de las piedras monumentales y triunfantes se levanta una siniestra y sórdida cárcel para la libertad de Italia. O rigen y evolución del fascismo en I ta lia El final, victorioso, de la primera guerra mundial, coincide con la inau­ guración en Italia de uno de los períodos más tormentosos de su historia. Conservadores y reaccionarios son protagonistas de violentas agitaciones y el Gobierno Giolitti no logra restablecer el equilibrio político. De este caos nacen dos partidos —el comunista y el popular— mientras la burguesía favorece a las corrientes nacionalistas. Es precisamente en el Nacionalismo donde Italia busca una solución a sus múltiples problemas sociales y políticos, cuando la descomposición nacional llegaba, con la ocu­ pación de los municipios y las fábricas por parte de los comunistas, a la abstención del Estado impotente y a la cobarde resignación de la burguesía. Benito Mussolini, antiguo socialista de izquierdas6, fue quien más enér­ gicamente ensalzó al Nacionalismo como medida salvadora de la conflictiva situación político-social de Italia y, desde la plataforma de un periódico fundado por él, trata de influir en el público. La situación es propicia para llevar a cabo sus ambiciones políticas y de poder. Su exagerado patriotismo le llevó a elaborar una táctica nacionalista dirigida contra el partido comu­ nista, dando lugar a un movimiento político: el Fascismo. En tan sólo tres 6. Un especialista en el fascismo italiano y en la personalidad de Mussolini, Renzo de Felice, considera que no fue nunca un auténtico socialista, ni por su mentalidad, ni por su formación intelectual.

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