PS_NyG_1991v038n003p0351_0386

354 SOLEDAD ANAYA MARTINEZ muy sencillos: más ideología fascista, menor valor artístico; poca o ninguna huella doctrinal, más peso cualitativo. Los críticos contemporáneos, en la mayor parte de los casos, emiten juicios de valor sobre la literatura del «ventennio» que sustentan esa tesis de proporcionalidad: «La critica storica, la critica estetica, l’impressione immediata della critica militan­ te s’accordano nel dare o nel suggerire intorno alla nostra letteratura contempora­ nea un giudizio ch’é una dura condanna»2. Es parecido el juicio expresado por Labiola en la revista «Roma» de 28 de octubre de 1946 donde lamenta la falta de una buena creación artística en el «ventennio fascista». Sin negar validez a estas tesis, tampoco parece atinado concederles un valor absoluto, una credibilidad incontrovertible. Más bien pudiera inter­ pretarse como una tendencia que apunta, que se perfila pero con barreras confusas y, en ocasiones, oscuras. Y en este sentido, las palabras de Enrico Falqui resultan esclarecedoras: «Troppi sono gli storici, troppi gli esteti in cattedra usi a sprezzare la letteratura d’oggi soprattutto perché d’o ggi»3. «...come se la nostra epoca fosse un esilio, oppure una condanna»4. Natalino Sapegno opina que la literatura de esos años es demasiado reciente para poder juzgarla objetivamente y que pueden encontrarse en ella no pocos valores: «...quella stessa narrativa che per altri, in Italia, quasi non esiste o è troppo difettosa... costituisce la maggiore se non l’unica raggione di fiducia nel futuro della letteratura italiana, rappresentando infatti quanto più si salva, perchè merita di essere salvato, in letteratura, dell’intero «ventennio n ero»5. Por otra parte, los estudios a los que hemos hecho referencia se centran en el análisis o planteamientos que hacen incapié en las corrientes temáticas o fabuladoras, tales como la psicológica o psicoanalítica, surrealista, verista, neorealista, etc. O si se puede hablar de novela histórica, costumbrista, burguesa, humanitaria, erótica, social o religiosa. Es evidente que de todo esto hubo en las novelas del período acotado y no podemos prescindir radicalmente de tales planteamientos, pero lo que nosotros nos 2. G alletti , Novecento, Firenze 1964, 10. 3. E. FALQUI, Di noi contemporanei , Firenze 1940, 11. 4. Ibid., 13. 5. N. SAPEGNO, Storia della Letteratura italiana , Firenze 1947, voi. Ili, Firenze 1947. Apud F. ENRICO, La Letteratura del ventennio nero , La Bussola 1948, 85.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz