PS_NyG_1991v038n003p0309_0349

ANALITICA ANTROPOLOGICO-EXISTENCIAL DE LOS ESTADOS... 315 (besorgend); y los entes intramundanos están en relación de utilidad, de instrumentalidad, de referibilidad, de conformidad, ante todo; y, sólo pos­ teriormente, son «algo ante los ojos » 11. Por consiguiente, mundo en sentido ontológico-fundamental no es igual a la totalidad de lo intramundano sino que equivale, más bien, a la totalidad o plexo de estructuras de referencia que está a la base de cual­ quier mundo en torno (Umwelt) concreto como concreta totalidad de con­ formidad (Bewandtnisganzheit). El Dasein sólo accede comprensivamente a los entes sobre la base del previo comprender la totalidad de referencia del mundo, a partir de la cual los entes se muestran primeramente como útiles «a la mano» (zuhandenes Zeug) y, secundariamente, como «lo ante los ojos» (vorhandenes Ding). Respecto del análisis ontológico-fundamental del «quién» es en el mun­ do, hemos de decir que el ser en el mundo es en cada caso el mío (das Jemeinige); es el sí mismo (Selbst). Pero el sí mismo no solitaria o aislada­ mente existiendo, sino siendo esencialmente —es decir, independientemen­ te de que yo tenga o no experiencia de ello— con otros sí mismos (Mitei- nandersein) que son igualmente ser en el mundo. Por lo que hace a los estados de ánimo es particularmente relevante destacar aquí —a propósito del análisis ontológico-existencial del quién es en el mundo— la distinción ontologica fundamental entre el ser sí mismo original y el cotidiano ser sí mismo uno. Es lo que Heidegger llama existen­ cia propia y existencia impropia, dimensión ésta tan importante como constante en la analítica existencial heideggeriana18. Lo primero, la existencia propia, implica el mantenerse en la compren­ sión original del propio sí mismo. Lo segundo tiene el carácter de la no originalidad de la comprensión, por cuanto el cotidiano ser sí mismo, en la comprensión del ser existente, queda absorbido por, o diluido en, los objetos del mundo entorno (Umwelt) y los otros hombres. El « quién » del cotidiano ser en el mundo huye de sí mismo sin lograr excluirse del todo. Y se refugia, se enajena, por así decirlo, en el uno mismo o en el se cotidiano (Man-selbst). En él no se establece la diferencia en la comprensión original del sí mismo propio con los objetos del mundo y los otros hombres. El quién del cotidiano ser en el mundo es la compren­ sión de sí mismo, del mundo, y de lo extraño que tiene cada cual sin 17. Cfr. F r. v o n H e rm a n n , o . c.y 61. 18. «Al existente ‘ser ahí’ le es inherente el ‘ser, en cada caso, mío’ como condición de posibilidad de la propiedad y la impropiedad. El ‘ser ahí’ existe en cada caso en uno de estos modos o en la indiferenciación modal de ellos» (Cfr. Sein und Zeit , 53; trad. esp., 65).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz