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344 JOSE LUIS RODRIGUEZ MOLINERO La posibilidad de un «poder ser» propio. Pone ante, o trae, al «ser ahí» ante su peculiar «ser fáctico», como digo, desembozando propiamente92. Pero, ¿qué sentido temporal tiene este desembozar? Como ocurre en todo estado de ánimo, ese desembozar tiene el sentido del retrotraer a , que hemos mentado anteriormente. Y retrotraer, ¿adonde? Es un retrotaer al puro «que es» ( Das es) del «ser ahí»; al «ser fáctico»; al nudo «ser ahí» en cuanto fáctico en la inhospitalidad; al «no estar en su casa». La angustia permanece referida a la carga (Last) del ser sido. Y, ¿en qué consiste o qué carácter tiene tal retrotraer a? El retrotaer a, peculiar de la angustia, al «ser fáctico» no es igual a un recuerdo. No es un recordar. Tampoco es un asumir, reiterando (wiederholende Übernahme), la existencia en la resolución (Entschluss) —aunque su origen, como señala­ remos luego, tiene que ver con ésta—. El retrotraer a, peculiar de la angustia, es un retrotraer al «ser fáctico» como posiblemente reiterable (als mögliche wiederholbare). Es un poner ante la reiterabilidad. Es —volviendo al desembozar propio que caracteriza la angustia— un «desembozar la posibilidad de un ‘poder ser’ propio que en el reiterar (in Wiederholen) ha de retornar (zurückkommen muss) como advenidero (als zukünftiges) sobre el ‘ahí’ fáctico»93. A diferencia del estado de ánimo del temor, que es un olvidarse que escapa aturdido ante el peculiar poder «ser fáctico»; que es un presente «sin queda» que hace ir y venir al «ser ahí» ante posibilidades no asidas de mundo, y que la comprensión cotidiana confunde con la angustia; que tiene la ocasión que lo suscita en los entes del mundo; que sobrecoge partiendo de lo que es dentro del mundo...; el estado de ánimo de la angustia es un presente que «se queda» (gehaltenes Gegenwart) en el retro­ traer al «ser fáctico; que retrotrae al «ser ahí» a su nuda inhospitalidad; que «es poseído» (benommen) por ésta; «que desposee retroactivamente al ‘ser ahí’ de las posibilidades del ‘mundo’ y le da al par la posibilidad de un ‘poder ser’ propio»95. Fundándose existenciariamente en un sido , el estado de ánimo de la angustia emerge o asciende del «ser ahí» mismo, de su nuda inhospitali­ dad, de su ser en el mundo en cuanto ser relativamente a la muerte96. Pero 92. Cfr. Sein und Zeit , 340 (trad. esp., 368). 93. Cfr. Sein und Zeit, loe. u. cit. 94. Cfr. Sein und Zeit , 344 (trad. esp., 373). 95. Cfr. Sein und Zeit, loc. u. cit. 96. Cfr. Sein und Zeit, loc. u. cit.

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