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ANALITICA ANTROPOLOGICO-EXISTENCIAL DE LOS ESTADOS... 343 ofrece, lo inmediatamente «a la mano». Señala, sobre el particular, Heideg­ ger el ejemplo de que «en una situación de fuego en una casa, a menudo tendemos a salvar lo más indiferente, lo ‘a la mano'»86. Se funda, pues, el temor en un olvidarse de sí, en un olvidar el ‘ser táctico’, a lo cual es inherente, con igual originalidad, un aturdido presentar lo primero que se ofrece: un complejo de posibilidades oscilante —que a veces son incluso imposibilidades—, ninguna de las cuales apresamos, sino que saltamos de una a otra sucesivamente87. Es, tiene el sentido, o se funda, por consiguiente, el temor, primariamente, en un sido que abre, aunque parezca paradójico, encubriéndolo —por cuanto lo olvida—: el ser fáctico. Y surge, o tiene su origen, «en el presente perdido que teme temerosamente para caer cuanto antes en é l» 88. El sentido extático del temor es, por tanto, el de un sido impropio , por cuanto por el olvidar pone «ante el peculiar» ser fáctico encubriéndolo impropiamente , es decir, olvidando; y por cuanto es un presentar que no apresa, no ase posibilidad alguna89. Es decir, es un presentar «sin queda» (ungehaltenes Gegenwärtigen), sin asimiento90. El olvidar —fundado en el sido— que lo constituye, aturde y hace al «ser ahí» ir y venir entre posibi­ lidades no asidas de mundo. En pocas palabras: «El olvidar caracterizado modifica, como modo del sido, los correspondientes presente y futuro en su constituirse temporalmente»91. 3. El sentido temporal-existenciario del estado de ánimo de la angustia ¿Cuál es el sentido temporal-existenciario de la angustia? ¿Es su éxtasis específico un presentar olvidándose (como hemos visto ocurre en el estado de ánimo del temor? ¿Es un advenir que retorna como tal sobre el «ser ahí» fáctico?... ¿O cuál es su éxtasis específico? El estado de ánimo de la angustia, a diferencia del temor que encubre, es un desembozar (Enthüllen) propiamente tal. ¿Qué desemboza? 86. Cfr. Sein und Zeit , 342 (trad. esp., 370). 87. Precisamente porque se olvida (de sí) y no apresa ninguna posibilidad determinada, sino que va de una a otra sucesivamente, por eso surge el ‘cuidarse de’ atemorizándose. 88. Cfr. Sein und Zeit, loe. u. cit. 89. Cfr. Sein und Zeit ,345 (trad. esp., 374). 90. Cfr. Sein und Zeit , 344 (trad. esp., 372): «Frente a este presentar ‘sinqueda’ es el presente de la angustia, en el retrotraerse al más peculiar ‘ser fáctico’, un presente que ‘se queda’». Pero, sobre esto volveremos luego. 91. Cfr. Sein und Zeit , 342 (trad. esp., 370).