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326 JOSE LUIS RODRIGUEZ MOLINERO «estado de abierto» en el modo de hallarse, un permitir —cuidándose de (besorgende) y viendo en torno (umsichtig)— hacer frente (begegnenlas- sen) a lo intramundano, a «lo a la mano». Hay un «estado de referido», de «entrega constante» del ser en, constituido concomitantemente (mitkonsti- tuiert) por el modo de hallarse, al mundo, a lo intramundano, a «lo a la mano». Por otro lado, el permitir hacer frente tiene el carácter del «ser golpeado» (betroffenwerdens), del «ser herido» (angegangen werden) por lo que hace frente dentro del mundo; por lo que hay de inservible, de resistente, de amenazador, en «lo a la mano»43. Sólo sobre la base de ese permitir hacer frente, de ese estado de referi do, «abriendo», al mundo puede hacer frente lo que «hiere», lo que «gol pea», lo que hay de amenazador (modos de ser de «lo a la mano») en lo «a la mano». Sólo lo que es en el modo de hallarse o en el ser en un estado de ánimo, por ejemplo del temer, puede ‘descubrir’, o hace patente, «lo a la mano» en el mundo circundante como amenazador —lo veremos a pro pósito del estado de ánimo del temor—44. El ser en estado de ánimo (Ges- timmtheit) del modo de hallarse (Befindlichkeit) constituye esencialmente, en definitiva, la patencia del mundo (Weltoffenheit) del Dasein45. 3.2. La constitución existenciaria de la a-versión (Abkehr) o del esqui varse (.Ausweichens) a si mismo Recordando la distinción expresada anteriormente entre «lo que abre», y el modo «cómo lo abre» el modo de hallarse, hemos de decir que lo mentado en este epígrafe sobre la constitución existenciaria de la a-versión, o del esquivarse a sí mismo, tieneque ver conel segundomiembro de tal distinción: «cómo abre» el modo dehallarse.Por lo que,después de haber analizado «lo abierto», debemos intentar ahora hacer al menos una exége- sis somera sobre el modo «cómo lo abre». La exégesis ontologica de esta temática supone la comprensión previa del fenómeno de la «caída» (Verfallen) como desvío o huida, en la conti- dianeidad, de lo propio del «ser ahí» con que nos encontramos en el modo de hallarse. Por relación al fenómeno de la «caída» ha de interpretarse, 43. Cfr. Sein und Zeit, loe. u. cit. 44. Cfr. Sein und Zeit, loe. u. cit. 45. Cfr. Sein und Zeit, loe. u. cit. Obsérvese aquí que «Weltoffenheit» tiene distinto sentido en Max Scheler (véase El puesto del hombre en el cosmos) o en Arnold Gehlen (Cfr. El hombre; su naturaleza y su puesto en el mundo). En estos dos autores, aunque con matices diferenciales en ambos, significa «apertura al mundo». En Heidegger, en cambio, es patencia o mostración fenoménica del mundo constitutivo del Dasein.
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