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ANALITICA ANTROPOLOGICO-EXISTENCIAL DE LOS ESTADOS... 321 previo a su consideración psicològica. Es decir, se refiere a los estados de ánimo, o al modo de hallarse, corno fenomeno que «abre» el «ser ahí» del Dasein, tratando de mostrar su estructura fundamental. Por ese carácter ontològico que les es propio, los estados de ánimo, o el modo de hallarse —entiéndanse siempre, insisto una vez más, como equivalentes estas dos expresiones, aunque exprese sólo una de ellas— acompañan siempre e inevitablemente al «ser ahí». El «ser ahí» es siempre, y en cada caso, ya en un estado de ánimo. El que un estado de ánimo se présente como algo fugaz o pasajero, o como algo cambiable, cuando, por ejemplo, se pasa de un estado de ánimo a otro; o el que, en ocasiones, un estado de ánimo no manifieste un carácter definido, no es prueba alguna a favor de la inconsistencia ontologica, o de que sean una nada los estados de ánimo. Antes bien, los estados de ánimo son un existenciario fundamen­ tal; lo que equivale a decir que el «ser ahí» es ya siempre en un estado de ánimo, es ya siempre en un modo de hallarse. 2. La relación del modo de hallarse con la constitución existenciaria del «ahí» del Dasein Cuando Heidegger describe el «ser ahí» como un modo de hallarse (Befindlichkeit) o como ser en un estado de ánimo (Gestimmtsein), lo hace en conexión con la constitución existenciaria del «ahí». En el estado de ánimo, el Dasein es colocado ante su ser como «ahí», como «Da». El estado de ánimo hace patente «cómo le va a uno », pone al ser ante su «ahí». En el estado de ánimo, el Dasein «abre» originalmente su «ahí»: «El estado de ánimo es la forma, o modo de ser, original del ‘ser ahí’ en que éste es ‘abierto’ para sí mismo antes de todo conocer y querer y muy por encima del alcance de lo que estos son capaces de abrir»27. El estado de ánimo, el modo de hallarse, «abre» el ser del «ser ahí» como una carga , incluso insufrible —por ejemplo en un estado de ánimo largamente indefinido (Ungestimmtheit)—. E incluso un estado de ánimo elevado (gehobene Stimmung) que, de suyo, parece levantar esa carga, «abre» también, aunque sea de modo paradógico, ese carácter de carga inherente al ser del «ser ah í»28. 27. Cfr. Sein und Zeit , 135 (trad. esp., 152). 28. Cfr. Sein und Zeit , 134 (trad. esp., 151).