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198 LUIS J. BAZ parte la investigación kantiana de la ontología tradicional por destruir? ¿permite ello el hallazgo, pese a todo, de un nexo estructural? ¿en qué difiere del propio nexo hermenéutico auspiciado por Heidegger? ¿no re­ sulta evidente que la analítica del Dasein hace posible indicar provisional­ mente en qué consiste el ser del Dasein y deja como obsoleto el análisis crítico-trascendental? Una investigación exhaustiva desborda por completo el marco de una comunicación. Esta pretende únicamente preparar la reflexión previa al comentario estructural y toma como punto de partida dos problemas per­ tenecientes a la estructura de ambas obras: espacio y tiempo. 2. Espado y espacialidad El resultado de la Estética Trascendental en relación con el concepto del espacio es, en general, doble: se afirma la ralidad empírica (empirische Realität) y la idealidad trascendental (transzendentale Idealität) del espacio. La exposición metafísica da como resultado que el concepto del espacio no es empírico, sino una necesaria (notwendige) representación (Vorste­ llung) a priori que sirve de base a todas las intuiciones externas (äusseren Anschauungen). El espacio es la condición (Bedingung) de posibilidad de los fenómenos. Es una intuición pura (eine reine Anschauung) y es repre­ sentado como magnitud dada infinita (eine unendliche gegebene Grösse). En cuanto a su exposición trascendental el resultado principal es que el espacio se asienta en el sujeto como constitución o disposición formal del sujeto (formale Beschaffenheit —que Ribas traduce por «propiedad») de manera que el espacio no representa propiedad (Eigenschaft) alguna de las cosas y no es más que la forma de todos los fenómenos de los sentidos externos (die Form aller Erscheinungen äusserer Sinne), es decir, la condi­ ción subjetiva de la sensibilidad (die subjektive Bedingung der Sinnlich­ keit). El espacio —escribe Heidegger—es hecho astillas en los sitios. Si el espacio es el primer apartado de la doctrina trascendental de los elementos, la espacialidad constituye un problema característico del análisis existencia- rio del Dasein y la mundanidad del mundo. El problema del espacio se halla dentro de la analítica existenciaria del Dasein intrincado como pro­ blema de la espacialidad (Räumlichkeit) del mundo en el que es/ist el Dasein. La espacialidad del Dasein tiene que concebirse a partir del ser/ sein del Dasein. Esencialmente el Dasein no es ningún ser ante los ojos, ni significa tampoco un estar en un lugar cósmico, ni ser a la mano en un sitio. De convenir de algún modo la espacialidad al Dasein, sólo será