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152 FELIX DUQUE rio en nombre de una identidad segregadora, colectiva; porque ahora los hombres se disponen placentera, tranquilamente a entregar la responsabili­ dad de su existencia propia, de su Jemeinigkeit, para que el dominio (Ge- biet) del mandato (Gebot) se establezca ilimitadamente. A esa pesadilla desmesurada algunos lo llaman Humanismo. Félix D uque

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