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112 MODESTO BERCIANO VILLALIBRE Pero así, el sujeto que da es un acaecer. Por más que se presente en forma nominal (Ereignis), el sujeto es un verbo, que continúa siendo inde­ terminado y misterioso. Ser y tiempo no sólo son constituidos y determina­ dos por él, sino que lo son como interrelacionados y co-perteneciéndose. El evento debería, pues, ser entendido como lo que da esta copertenencia o interrelación de ser y tiempo. Pero tampoco esto aclara mucho la com­ prensión del evento. Este queda sin explicar. Tampoco el ser y el tiempo son explicados, aunque el lenguaje nos los muestre como lo que «hay» en un acaecer o en un evento. Esta reflexión sobre el lenguaje no nos lleva a una compresión de estos conceptos. Heidegger se pregunta una vez más: ¿Qué es el evento? Pero parece esquivar la respuesta mediante una reflexión: «Responder significa el decir que corresponde al estado de la cosa que hay que pensar, esto es, el evento. Pero si el estado de la cosa nos impide hablar de él en forma de una proposición, tenemos que renunciar a la proposición esperada en la pre­ gunta formulada... ¿O es más aconsejable renunciar no a la respuesta sino ya a la pregunta?»80. Esta conclusión heideggeriana no deja de tener sus motivos, según ex­ pone él mismo: «Con la aparentemente inocente pregunta: ¿Qué es el evento?, pedimos una información sobre el ser del evento. Ahora bien, si el ser mismo se muestra como aquello que pertenece al evento y recibe de él la determinación de presencia, resulta que con la pregunta antedicha volvemos a aquello que ante todo pide una determinación: el ser a partir del tiempo»81. Esto significaría volver al ser como estar presente (Anwe- sen), que constituía el comienzo de la reflexión que nosha llevado altiem­ po como don, al dar como enviar ycomo proporcionar, y endefinitiva al evento. Con esto parece que nos encontramos en un círculo de difícil salida. Las conclusiones sobre tiempo y ser parecen expresadas en estas pala­ bras de Heidegger: «Ser como evento. El «como» significa ahora: Ser, hacer estar presente enviado en el acaecer, tiempo proporcionado en el acaecer (Ereignen). Tiempo y ser acaecen en el evento. ¿Y éste mismo? ¿Se puede decir aún más del evento?»82. Heidegger termina recordando un retraerse (Entzug) del evento. Esto se ve tanto en el enviar del ser, que es destino, como en el proporcionar del tiempo, que como pasado es un ya-no-presente y como futuro es un aún-no-presente. En ambos casos se da un ocultarse. De ahí que: «Al evento (Ereignis) como tal le pertenezca 80. M. H eid eg g er, ibid., pp. 20-21. 81. M. H eid eg g er, ibid., p. 21. 82. M. H eid eg g er, ibid., pp. 22-23.

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