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EL EVENTO (EREIGNIS) COMO CONCEPTO FUNDAMENTAL... 111 Heidegger vuelve al concepto de «estar presente», Anwesen. Este tér­ mino está compuesto de Wesen, que en sentido verbal viene a significar lo mismo que Anwesen. Es el prefijo An- el que indica algo nuevo, y esto sería la relación con nosotros, los hombres. Se indicaría que el hombre «recibe el estar presente, el es gibt como don, en cuanto que percibe lo que aparece en el hacer estar presente»74. Este afectar al hombre o llegar a él no sólo se da en el tiempo presente, sino que también llegan a él de algún modo y son percibidos el pasado y el futuro. Así, Anwesen sería un traer o proporcionar (Reichen) que está presente en los tres tiempos. Este Reichen sería como la cuarta dimensión del tiempo; o más bien la primera, la que une y mantiene diferentes a los tres tiempos. Pero el tiempo, visto así, tampoco es el sujeto que da (en Es gibt), sino un don. El tiempo no es, sino que hay tiempo75. La referencia al hombre, expresada en An-wesen, y el hecho de que en la filosofía griega tenga ya el tiempo relación con la conciencia podrían hacer pensar que es el hombre el que da el tiempo. Esto tendría importan­ cia, si se piensa en la relación ser-hombre vista en Identitat und Differenz. Pero el hombre se encuentra ya siempre en una apertura de tiempo-espa- cio, que sería dada precisamente en ese proprocionar (Reichen). «El tiem­ po no es una hechura del hombre, ni el hombre es hechura del tiempo. Aquí no hay ningún hacer. Hay sólo dar...»76. La reflexión de Heidegger ha llegado así a dos conclusiones aparente­ mente bastante exiguas: En Es gibt Sein el dar es enviar y es destino (Schic- ken, Geschick). En Es gibt Zeit, el dar es proprocionar (Reichen) el ámbito cuadrimensional77. Heidegger añade aún que en ese dar ser y dar tiempo ambos son determinados o constituidos en lo suyo propio (Eigenes). «A aquello que los determina a ambos, tiempo y ser, en lo suyo propio (Eige­ nes), esto es, en su pertenecer juntamente, lo denominamos el evento (das Ereignis)»78. Con esto llegamos al concepto de evento como lo que deter­ mina en lo suyo propio a ser y a tiempo. Además, las particularidades de ser y tiempo nos indicarían cómo es entendido el evento. «Lo que significa esta palabra sólo lo podemos pensar ahora a partir de aquello que se anun­ cia en la visión previa del ser y del tiempo como destino y como proporcio­ nar»79. El evento, en otras palabras, aparece aquí como lo que da o pro­ porciona un ámbito. El resultado es el don de ser y tiempo. 74. M. H eid eg g er, ibid., p. 12. 75. Cf. M. H eid eg g er, ibid., pp. 14-16. 76. M. H eid eg g er, ibid., p. 17. 77. Cf. M. H eid eg g er, ibid., p. 17. 78. M. H eid eg g er, ibid., p. 20. 79. M. H eid eg g er, ibid., p. 20.

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