PS_NyG_1991v038n001p0067_0090

90 JOSE-LUIS RODRIGUEZ MOLINERO a un tono determinado; su propio ser, sea acorde, sea armónico, en sus distintos aspectos. Como «estado de acorde», entonces —y esto sólo voy a indicarlo aquí— el modo de hallarse, o el ser en un estado de ánimo, hace patente una unidad originaria de sujeto y objeto que cabe precisar en una triple direc­ ción: 1.°) Una unidad, una armonía, un «estado de acorde», entre mundo interior y mundo exterior. 2.°) Un «estado de acorde» entre constitución corporal y constitución espiritual. 3.°) Un «estado de acorde» de todas las capacidades o potencialidades singulares dentro del alma por relación a un tono fundamental que es el ser que muestran. 3.a En una tercera conclusión, derivada, al igual que la anterior, de la primera, y también de carácter concreto, quiero resaltar lo siguiente: Ese sustrato permanente del modo de hallarse, o de los estados de ánimo, que hemos querido expresar anteriormente, en los que es siempre el «ser ahí», constituye algo así como la base a partir de la cual se desarrolla toda la vida humana, principalmente psíquica, y por la cual ésta está siempre de­ terminada. He aquí, pues, una nueva razón para tomar en consideración el modo de hallarse en la antropología filosófica. En efecto, en consonancia con un estado de ánimo fundamental son posibles determinadas vivencias. Otras, en cambio, son excluidas por cuan­ to no coinciden con el marco de tal estado de ánimo. Todas las vivencias son guiadas en una dirección, en función de un estado de ánimo funda­ mental. Qué capacidades superiores puedan ser desarrolladas, y cómo pue­ dan serlo, depende del sustrato permanente del estado de ánimo que pre­ domine en cada caso. Si Heidegger acertó o no en la determinación del estado de ánimo, que él calificó como señalado «estado de abierto» —la angustia—en su ontolo- gía fundamental, esa podría ser una última conclusión que, obviamente, ya no podemos aquí desarrollar ni estimar. Unicamente hagamos alusión a la confrontación que, en conexión con esta temática heideggeriana, hicieron los autores existencialistas posteriores. José Luis R o d r íg u ez M o lin e r o

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz