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EL «MODO DE HALLARSE» EN RELACION CON LA ANTROPOLOGIA... 83 positiva, se nos muestra que, lejos de venir de fuera o de dentro, el modo de hallarse, o el ser en un estado de ánimo, «cae sobre» el ser del «ser ahí». Es un carácter del ser del «ser ahí». Es una forma de ser que «abre» el «ser ahí» (de manera que toda reflexión interna sólo puede encontrar ante sí vivencias porque el «ahí» es ya abierto). Es —dicho con distintas formulaciones heideggerianas—una forma existenciaria que «ha abierto en cada caso ya el ser en el mundo como un todo»; «que hace posible un dirigirse a...» el mundo de que «se cuida» (an die besorgte Welt). Es un modo existenciario y fundamental del «estado de ánimo» que abre —con igual originalidad—el mundo, el ser ahí con, y la existencia, puesto que ésta es esencialmente ser en el mundo40. Es, en suma, un hacer patente la mundanidad como un todo, en cuanto constitutiva del ser del «ser ahí». E l modo de hallarse es la forma existenciaria en que el «ser ahí» se está entregando constantemente al mundo dejándose «herir» (ángehen lässt), o «afectar» (Betroffenwerden) por él Este tercer carácter esencial del modo de hallarse, aunque, en parte, coincide con la determinación esencial anterior, contribuye, no obstante, a mostrar más claramente la mundanidad del mundo por cuanto hace refe­ rencia al primario «descubrimiento» (Entdeckung) del mundo, o de los entes intramundanos, que hacen frente. En la exégesis ontologica de lo afectivo, Heidegger, a propósito de este tercer carácter del modo de hallarse, insiste, una vez más, en mostrar la prioridad ontologica en el «abrir» inherente al modo de hallarse, antes y por encima de cualquier descubrimiento —comode algo'que está ante los ojos’— del mundo o de los entes intramundanoslogrado de una manera cognoscitiva o teórica, por ejemplo a través de los sentidos, de la intuición, del «dirigir la vista» teórico (theoretisches Hinsehen)..., etc. Ontològica­ mente hablando, subraya Heidegger: «Tenemos que abandonar radicalmente el primario ‘descubrimiento’ del mundo al mero estado de ánimo... Los sentidos sólo pueden ser afectados, porque onto­ lògicamente son inherentes a un ente que tiene la forma de ser del ser en el mundo hallándose...»41. ontològicamente de lo afectivo: «La básica exégesis ontològica de lo afectivo en general ape­ nas ha logrado dar desde Aristóteles un paso hacia adelante que sea digno de mención. Por el contrario: pasiones y sentimientos caen temáticamente entre los fenómenos psíquicos... como la tercera clase, al lado de la representación y la voluntad» (Cfr. Sein und Zeit, p. 139; trad. p. 156. 40. Cfr. Sein und Zeit, p. 137; trad. p. 154. 41. Cfr. Sein und Zeit, p. 138; trad. p. 155.

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