PS_NyG_1991v038n001p0067_0090

EL «MODO DE HALLARSE» EN RELACION CON LA ANTROPOLOGIA... 81 Por comparación con el conocimiento teórico de lo que puramente «está ante los ojos»; incluso de la intuición que «pretenda penetrar hasta las últimas venas del ser de algo que está ante los ojos»; de la fe que pretende saber sobre el «adonde» del «ser ahí»; o por comparación con el falseamiento de los fenómenos practicado por el irracionalismo «que se limita a mirar como de soslayo hacia aquello para lo que el racionalismo es ciego»32, Heidegger hace hermenéutica fenomenológica, se atiene al fenó­ meno de lo que «abre». Se ciñe, son sus propias palabras, «al hecho feno­ ménico de que el estado de ánimo coloca al ser ante el ' que e s} de su ‘ahí’ —como veremos enseguida— como ante algo que permanece frente a él con inexorable enigmaticidad»33. Determinaciones o caracteres esenciales del modo de hallarse como existenciario fundamental La simple formulación de la temática anunciada en este epígrafe pone de relieve la gran importancia que, a mi juicio, comporta el fenómeno del modo de hallarse o de los estados de ánimo en la analítica existencial heideggeriana. Tratemos de mostrarlo. Hemos de distingir, para ello, entre «lo que abre» el estado de ánimo, y «cómo lo abre». Lo «abierto» en el estado de ánimo: E l modo de hallarse «abre» el «ser ahí» en su «ser fáctico» (Geworfenheit) El estado de ánimo es un poner al descubierto la nuda existencia del «ser ahí». Es un hacer patente el mero hecho de «que el ser del (ser ahí’ es y ha de ser»; de que el «ser ahí» ha de ser existiendo como aquel ente a cuya responsabilidad se entregó al «ser ahí» en su ser. Pero, lo abierto en el modo de hallarse no dice nada sobre el «de dónde» y el «hacia dónde» del «ser ahí». Como ya he señalado, no ha de confundirse lo que a la vez pueda creerse o saberse, por la fe o el conoci­ miento, con lo afectivamente abierto. El «de dónde» y el «hacia dónde» del «ser ahí» permanecen embozados en el modo de hallarse. No así, en cambio, el «que es» del «ser ahí» en sí mismo. En conexión con este carácter esencial del modo de hallarse, Heideg­ ger, una vez más, acuña otra expresión: la de «el ser fáctico» (Gewor- 32. Cfr. Sein und Zeit, p. 136; trad. p. 153. 33. Cfr. Sein und Zeit, 1. u. cit. 6

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz