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NIETZSCHE DESPUES DE HEIDEGGER 53 5. Se hace igualmente imprescindible la superación de la metafísica, y precisamente llegando a determinar su esencia, para que pueda producirse un nuevo comienzo. Indudablemente, Heidegger, que leyó mucho a Nietzsche ya de joven, se sintió fascinado por un aspecto de su comprensión de la metafísica que él simplemente habría de llevar más adelante: que la metafísica no tiene nada de constructo teórico sistemático, un sistema que existe en el medio exclusivo de lo académico, sino que tiene que ver con las dimensiones más reales, escondidas o evidentes, de toda vida humana. En suma, que la metafísica no tiene nada de «más allá», sino que es algo que se juega en el más aca, en el inmediato aquí y ahora, pues no en vano la metafísica es una acción del hombre, un producto del propio hombre. Que la metafísica sea idealismo no hace sino confirmar precisamente el poder que tiene de cara a la realidad. Son precisamente estos aspecto los que, después de «Ser y tiempo» hicieron volver a Heidegger sobre Nietzsche. «Ser y tiempo» puede ser entendido como el magnífico, pero fracasado, intento de pensar fuera de la metafísica. Pero lo malo es que en su lugar, en «Ser y tiempo» se piensa peligrosamente contra la metafísica sin tematizar propiamente ese «contra». El pensamiento y el lenguaje metafísico aparecen en «Ser y tiempo» como un límite que no debe ser transgredido, pues ello invalidaría el objetivo de la tarea: pensar el sentido del ser, pero al no poder transgredirlo, ese límite cobra una vigencia demasiado real, hipoteca en exceso todo decir y pensar. De ahí que esa destrucción de la metafísica tuviera que realizarse posterior­ mente, si es que se deseaba la continuación de la filosofía comenzada en «Ser y tiempo». S eg u n d a parte Y es aquí cuando podemos pasar a explicar nuestro segundo sentido del «después». Porque años después de esas primeras lecturas de Nietzsche realizadas por Heidegger, que como hemos visto le influyen sobre todo formalmente, llega un segundo momento en que Heidegger vuelve a interesarse de modo decisivo por Nietzsche, pero esta vez para usarlo como eje central en torno al cual construir su propia versión de la filosofía. Es la época en la que escribe su obra «Nietzsche». Después de su «Nietzsche», Heidegger será otro Heidegger: un pensador que ha consumado parcialmente una de las

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